PELIGRA MORENA EN ACAPULCO

 Por: Crispin Matuz Loeza

Ante la muy inminente elección electoral del próximo 6 de junio, en esta ciudad y Puerto de Acapulco la sociedad ha puesto atención muy en serio a las propuestas y el proyecto de sus candidatos, al final de cuenta son dos los de mayor probabilidad que pueden ser elegidos. Por un lado está Avelina López Rodríguez representada por Morena y el otro, es Ricardo Taja Ramírez por la coalición PRI-PRD; duro y con todo se han dado en ese proceso por lo que todo hace indicar que la ciudadanía ya tiene decidido su voto por quien han de votar.

Avelina, de profesión Licenciada en Derecho es una luchadora incansable fue de más a menos, ya que  existieron fuertes factores en su contra por las fuertes zancadillas internas, ya que muchos aspirantes que no quedaron en la lista de candidatos a síndicos y regidores se inconformaron a tal manera que es palpable la división interna en este proceso electoral, nadie le dio atención a este lamentable acontecimiento y han minado el apoyo electoral a la abanderada de morena. Otro factor importante que es considerado  adverso a sus propósitos, es la de haber pecado, al sentirse súper-lo-todo ya que nunca permitió se le ayudara. A  hecho y deshecho a su antojo en la campaña, mirando no solo despreció, sino también con desdén a muchos que, con experiencia en las luchas electorales, quisieron apoyarla y sugerirle por donde encontrar la avenida de la victoria.

Otro factor importante y fundamental fue la integración de la planilla que representa desde los candidatos a síndicos y regidores, ya que a juicio de la sociedad, no son más que representantes de tribus los que conlleva la intransigencia y radicalismo lamentable, porque morena nunca tomó en cuenta a la inmensa mayoría que es la sociedad civil la que pesó en el proceso electoral pasado ya que estas tribus no tienen la más mínima idea de la gran responsabilidad de lo que es un gobierno municipal de una Ciudad tan importante reconocida de manera Internacional ya que ellos no hablan de innovación, de proyectos de atracción al turismo etc.

Y para colmo de males para Avelina, es el pobre papel que jugó la actual Presidenta Municipal de Acapulco Adela Román Ocampo quien es cuestionada severamente por esta Sociedad Acapulqueña por su actitud valemadrista ante los problemas más sensibles que aquejan a los acapulqueños de a pie.  

Otro caso más y que es totalmente vistoso, es la actitud negativa de los candidatos a diputados federales y algunos candidatos a diputados locales por Acapulco, al no hacer campaña, ateniéndose, a que la  elección va hacer igual a la elección pasada, tontos, los tiempos y circunstancias son totalmente distintos.

Por su parte Ricardo Taja ha sacado provecho a la débil planilla por la pobre ignorancia que padecen, y al juego negativo interno de sus adversarios.

Ricardo Taja ha hecho suyo un proyecto social incluyente que le ha permitido aprender de la derrota y sabido con esfuerzo sumar a liderazgos multiplicadores.

En las colonias y comunidades que integran el Municipio de Acapulco cansados inclusos de los partidos políticos, sostienen los que cuentan ahora que nos son los partidos, sino la calidad de las personas y en las pláticas que se tienen entre vecinos el nombre de Ricardo Taja parece renacer como una esperanza que se niega a extinguirse, teniendo la convicción que este 6 de junio se alce con la victoria del pueblo por el pueblo

En diversos foros y reuniones ha sostenido que las estructuras que orienten a un gobierno, no deben construirse de manera burocrática desde arriba para servirle a un caudillo ocasional  o una persona todo poderosa, sino que ha de surgir del mismo pueblo, si desea en verdad hacer honor y servir a los intereses colectivos.

 A lo largo de su campaña político-electoral afirma que esta campaña es tan solo la continuidad de un proyecto democrático que nace en la gestión social la cual, se perfecciona en la elección por la vía democrática y se concretiza en las acciones de un gobierno surgido de las bases populares. No se trata de un pleito personal entre candidatos ni  un concurso de insultos para ver quién puede agredir a su contrincante. No podemos reducir a las campañas electorales en algo que sea extraño al proceso democrático.