*El Gobierno de Adela Román Ocampo dejará una nueva celda en el vertedero municipal que tendrá una vida útil de 5 años.
Acapulco, Gro.- El lunes por la mañana se restableció al 100 por ciento el servicio en el relleno sanitario ubicado en Paso Texca, donde se traslada la basura que generan habitantes de Acapulco para el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos.
El vertedero está diseñado para eliminar adecuadamente los desechos que generan los habitantes del municipio, bajo las correctas condiciones técnicas, sanitarias y ambientalmente seguras, como establece la norma oficial en la materia NOM-083-SEMARNAT-2003.
La administración de la presidenta municipal Adela Román Ocampo construye en el mismo lugar una nueva celda que tendrá una vida útil de 5 años; además, se mantiene vigente el convenio con ejidatarios del poblado de Texca para la operación del relleno sanitario asentado en el ejido, informó el coordinador de los Servicios Públicos Municipales, Juan Carlos Manrique García.
La administración que concluye a finales de septiembre el periodo de Gobierno de tres años, dejará una importante obra en beneficio de los acapulqueños, garantizando certeza jurídica para que en el siguiente trienio no existan problemas por el uso del terreno donde la basura se esparce, compacta y recubre diariamente con una capa de 10 a 20 centímetros de tierra.
Manrique García explicó que el levantamiento y traslado de la basura se frenó dos días, por el paro de empresas contratadas para la recolección y el cierre del relleno sanitario, como medida de presión para el pago inmediato de adeudos pendientes por la prestación de sus servicios.
Este lunes, con el reforzamiento del plan emergente de recolección de basura, se lograron acuerdos con los inconformes y se reiniciaron labores en el relleno sanitario, logrando trasladar casi mil 200 toneladas que se retiraron hoy de las calles con el apoyo de camiones de volteo y camionetas prestadas por empresas privadas en solidaridad con el Ayuntamiento.
El funcionario explicó que cotidianamente se trasladan al vertedero de desechos 750 toneladas, cantidad que aumentó a 850 por los residuos de construcción por el colapso de bardas y balaustres de concreto con el sismo de magnitud 7.1, ocurrido el pasado 7 de septiembre, los cuales se depositan en un área especial para su eliminación.
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