LAS TORRES
Leí historias de los sobrevivientes de las torres gemelas de “Nueva Llorc”, aquellas que se cayeron por un ataque terrorista…
Lo curioso de estas historias es que son de la gente que debieron estar adentro y por una u otra cosa, o no habían llegado o salieron a hacer algo…
Un cuate a fuerza fue a comprar donas para comerlas con café y echando madres hizo el mandado, pues se quejaba de que siempre lo escogían a él. Mientras compraba las donas todos sus compañeros murieron…
Otro que estrenó zapatos ese día y ya a una cuadra de las torres gemelas, una ampolla producida por el calzado nuevo lo obligó a buscar una farmacia para comprar unas “curitas” y ponérselas. Se reencaminaba a las torres cuando vino el primer avionazo…
Una señora que decidió llegar tarde al trabajo para asistir a una obra de teatro de su hijita en el kinder. Allá se enteró por la tele de todo el drama. No sobrevivió nadie de su oficina, solamente ella…
Y así vienen historias y más historias de mucha gente que no llegó a las torres gemelas por causas diversas y en la lectura hacen la consideración de que no fue la suerte sino la obra de Dios, que los quería en ese momento en otro lugar…
Por eso, cuando el tráfico está pesado, cuando una enfermedad nos ata, cuando un olvido nos retrasa es que Dios no quiere que lleguemos...
Está excelente este pensamiento para todos los que siempre llegan tarde. Como esos empleados de gobierno que toda la vida van retrasados a checar. No es que sean güevones,
sino que Dios no quiere que lleguen antes. Podría caerse el edificio no por ataque terrorista, sino porque lo hizo el gobierno y todo lo que hace, lo hace mal…
Es todo. héctor garcía alvarez
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