TRAZOS…TIME

*Como entendía la ingratitud Porfirio Díaz

05 septiembre 2022

Federico Nogueda Berdeja

Cuentan las anécdotas que uno de sus tantos oyentes que tenía el general Porfirio Díaz, cuando fue presidente de México, en una ocasión le dijo: ‘Señor presidente, escuché hablar mal de usted al comerciante de maíz fulano de tal’.

El presidente Díaz le contestó ¡no creo! Su oyente le replicó, si mi general habló muy mal de usted, volvió a decirle el presidente, ¡no creo!, ya un poco frustrado el oyente le dijo ‘mire yo estaba ahí presiente cuando se expresó mal de usted.

Porfirio Díaz, le volvió a decir ¡no creo! ‘Si todavía no le he ayudado para que hable mal de mí’, espérate que le ayude’. 

El general presidente, a pesar de todo lo que se pueda atribuir a lo largo de su historia como mandatario, fue un personaje que conocía bien a detalle el comportamiento social, psicológico de ese mexicano, que aparentemente ya había experimentado la gestado el concepto de nación, patria y demás figuras que dieron forma a esa identidad.

Para que después el poeta Octavio Paz Lozano, en 1949, inmortalizara el retrato del ser mexicano, en su celebre libro ‘El laberinto de la Soledad’. Porfirio Díaz también tuvo otras expresiones del sentir del mexicano, como cuando era criticada su administración: 

‘Ese gallito quiere maiz’, así sin la tilde en la i, o el clásico que se arraigó en el sistema mexicano, ‘La caballada está flaca’, cuando no se observaban buenos candidatos para tal cargo de elección popular.

La ingratitud en las relaciones sociales o políticas, pareciera ser u observarse una actitud muy irracional en las personas, no obstante, en política para algunos es un buen Bisne, para alcanzar algunos o proyectos a futuro o más ambiciosos, pero siempre tiene consecuencias. 

Al final, Porfirio de la Cruz Díaz Mori, fue ingrato con su pueblo de México que tanto adoraba, porque lo relegó, consiguió un gran desarrollo económico, industrializó al país, luz eléctrica, teléfono, cine, si pero para los que podían invertir, para los que contaban con capital. 

Y se olvidó, de esos de abajo que lo siguieron, y hasta adoraban por su heroísmo, con ese desarrollo que consiguió Díaz Mori, prácticamente hubiera nacido La clase media, que llegó a nacer prácticamente a finales de los años 40’s. 

Pero a lo mejor, hasta yo también soy ingrato, con esta reflexión

Yo Soy 

federicosol@yahoo.com.mx


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