TEMBLOR JIJO
El temblor de hace unos días nos agarró como al Tigre de Santa Julia, es decir, todos descuidados…
Y no es que otros temblores los estemos esperando, o que ya nos "aigamos aprevenido", pues no es posible predecirlos, pero ayer, al menos yo, estaba de lo más confiado…
De repente, que se me aflojan las piernas, normalmente pétreas; que se me aflojan los brazos, generalmente sólidos como rieles; que se me afloja la serenidad y paciencia, que cotidianamente están firmes e inamovibles, como lo recomienda Kalimán. Resultado de tanto afloje: se me aflojó la panza también…
En una palabra, yo, (que no es por darles a envidiar, pero soy normalmente de acero), quedé todo guango…
Aclarando que no sigo guango, ya estoy igual de "bueno" que antes del temblor y preparado ahora sí, porque los genios que nunca faltan aseguran que "va a haber un montón de réplicas"…
¿Y Usted, cómo quedó luego del temblor..?
¿Guango? ¿O también es de acero y por eso dejó los calzones oxidados?
Es todo. héctor garcía alvarez
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