DE ADICTO A ADICTO

 Marihuana: Ladrona de vidas y de sueños

Por Ernesto Salayandía García

Mi drogadicción me despojo de todo, quede en la ruina total

Que cada quien viva su propia experiencia, el abuso en el consumo de sustancias, alcohol, nicotina, morfina, cocaína y fármacos, me  robaron el sano juicio, me volví loco, perdí mi dignidad, libertad, imagen, credibilidad, tiempo, dinero y salud, lo perdí todo, mi esposa me abandono por mi vida ingobernable y mis delirios de persecución, me corrieron de mi trabajo, el que me apasionaba y amaba, fui director y conductor de La Voz de Chihuahua, llegue a pesar menos de 60 kilos, muerto, cansado y sin ilusiones, la droga me despojo de mi familia, de amistades y en sí, de mi propia vida, vivía para drogarme y me drogaba para vivir, vivo de milagro  y en 23 años que llevo limpio, en recuperación, no he visto a nadie que le gane a la compulsión de una adicción, nunca digas, de esta agua no he de beber, más pronto cae un hablador que un cojo,  fui víctima de una terrible compulsión, no sabía, que mi enfermedad es incurable, progresiva, contagiosa, burlona, cruel y mortal, no sabía, que la ansiedad crece como la hierba de un arroyo en el bosque, desconocía, que la mía, es una enfermedad perra, maldita enfermedad perversa del alma, definitivamente, no puedo solo, yo le llamo, La Saliva del Diablo. Deseo que nadie sufra lo que yo sufrí, deseo que el espíritu de prevención se desborde en la conciencia de los padres jóvenes, si pueden darles el blindaje a sus hijos contra esta perra enfermedad, maldita, enfermedad, perversas del alma.- Sobre aviso no hay engaño.


¿Por qué si hizo marihuano el marihuano ?


Está comprobado científicamente que los niños con antecedentes genéticos de abuelos,  padres alcohólicos y adictos, nacen con la compulsión hacia las sustancias toxicas, con una alta predisposición de caer en las garras del alcoholismo y las tendencias a otras adicciones.- El alcohol es una de las drogas más consumida en la historia de la humanidad. Numerosos estudios implican la presencia de varios genes que pudieran predisponer al alcoholismo, aunque no se dispone de la suficiente certeza al respecto. No menos importantes son los aspectos sociales como el contexto familiar y las crisis asociadas a él. Se recopilaron datos de la literatura sobre prevalencia del alcoholismo, riesgo de aparición en familiares de primer grado y en adoptados en hogares de no alcohólicos; se construyó una simulación basada en dos muestras ideales, calculando en cada caso la predisposición al alcoholismo, mediante un modelo apoyado en la lógica difusa y en la fórmula de Bayes . Como resultado se obtuvo que, dado un individuo del cual se sabe que presenta la predisposición genética, la posibilidad de que sea alcohólico es de 34 %. Los factores que aumentan la vulnerabilidad a las adicciones son en parte heredados genéticamente, y en parte adquiridos a través del ambiente en que nos hemos desarrollado, el tipo de estresores que hemos padecido y los modelos educativos que hemos tenido. ¿Podemos decir que hemos heredado una adicción si algún miembro de nuestra familia ha sido adicto? Sea a las drogas o al alcohol, la adicción es una enfermedad que se ve influenciada tanto por factores genéticos como ambientales. Al respecto, la influencia del factor genético para el desarrollo de un trastorno adictivo oscila entre el 40% y el 60%. Por consiguiente, se puede decir que es tanto o igual que la influencia que puede otorgar el ambiente.


Candidatos a la marihuana 

y  a otras adicciones


Los niños nacen en hogares desprotegidos, donde los padres empinan a estas criaturas al laberinto de las drogas y de la vida ingobernable, son las heridas profundas del alma las que rigen en la personalidad de un adicto, las  heridas, son huellas marcadas, como la huella del abandono, cuando el niño se siente solo, descobijado, sin la protección de sus padres, registra, también la huella del rechazo, muchos padres están dañados emocionalmente y maltratan a sus hijos rechazándolos, haciéndolos a un lado del ámbito familiar y personal, el niño, crece sin sentido de partencia, con frecuencia, otra huella que registra en su interior, es la traición, hay errores como la indiferencia o la preferencia por otro hijo, y en ese sentido, el niño se siente traicionado, más por las promesas no cumplidas, otra huella profunda son las humillaciones, estos padres enfermos, califican y descalifican a sus hijos a su antojo.- Eres un pendejo.- Me tienes hasta la madre,. Eres el más idiota de todos, Torpe, baboso, estúpido, tonto, el niño guarda estas huellas profundas como heridas en su alma, que tal vez no podrá sanar, ni trascender en la vida, son tatuajes emocionales que distinguen el cumulo de sus resentimientos y lo hace un niño inseguro, con autoestima baja, que cuando entra el efecto de la marihuana o la cerveza, es como arrullo al alma, igual, cuando ejerce cualquier adicción, ya sea al sexo, la masturbación, pereza, al juego, la comida, el chisme o cualquier otro mal habito que se convierte en adicción.


Árbol torcido, nace y crece en casa


 El marihuano se torna ingobernable, irreverente, toxico, debido a la pésima educación agresiva que recibe de sus padres, el machismo y el hembrismo destilan neurosis que afectan al niño, educar  con la chancla en la mano, es muy mala táctica, de ahí, el niño, es perezoso, mentiroso, intrigo so, maniaco depresivo, se hace un experto en el chantaje emocional, propiamente, a los padres se les sale de guacal, así crece, ahí nace y se hace un adicto, influenciado por el mal ejemplo y la neurosis del hogar disfuncional, crece con sus profundas heridas en el alma, en el barrio como en la escuela, se junta con sus almas gemelas, es decir, niños dañados, toxico y es cuando aparecen las sustancias, primero la nicotina, luego la cerveza, posteriormente la marihuana, de ahí, el cristal y el fentanillo, a su paso, pastillas, heroína, morfina, inhalantes, el acceso al infierno de las drogas, es muy fácil, lo difícil es salir del abismo, el marihuano pierde su personalidad, el sentido del humor, se le da por andar mal y de malas, se torna, violento, por demás agresivo y en su casa todo gira al son que él quiere, el que el toca, la familia enferma comete sendos errores, cree que la solución es anexarlo por tres meses en un centro de rehabilitación y todo esfuerzo es inútil, salió peor el remedio que el trapito, no existe ni la desintoxicación, ni la rehabilitación, en   se sentido, estamos en la calle, de cada diez internos de los anexos, 9 recaen, salvo honrosas excepciones, los anexos no funcionan.

Mediocre, hundido en la drogadicción

< Soy alcohólico y drogadicto, empecé mi carrera de adicciones, a los doce años con tinner en mi casa solo, sentí el placer de la droga, luego, cuando lo probé me sentía muy livianito, me quedé tirado en el piso, me quedé un buen rato y cuando iba pasando el efecto, le di otros golpes más, me quedé en el tinner, luego le continué con lata, todo lo que pegara, era spray de pintura, también usé un  solvente para remover pintura, buscaba lo que fuera para que llegara la sensación; éstas drogas estaban en la casa, la pintura la compraba en la tienda con mi primo, y comprábamos como 24 latas, según yo las iba a vender en Juárez y terminé consumiéndolas todas, usaba también marihuana, cocaína, éxtasis, etc., la droga me roba, me roba mi estudio, dejé la prepa, dejé dos carreras truncas, no podía encontrar trabajo, duré mucho tiempo en el sillón, en la cama, éramos como unos 20, todos drogadictos, robábamos tiendas, asaltábamos, entrabamos totalmente drogados a un Oxeo y nos robábamos las cervezas, andaba de vago en la calle, prefería andar todo el día en la calle que en mi casa, buscando problemas, por ejemplo echábamos pleitos con otras pandillas, tenía problemas con la ley, cada fin de semana nos remetían a la estación de policía, y problemas en mi casa, tengo un hermano, vivía con él, si nos hablábamos era para pelear, eran gritos y golpes, nos agarrábamos cada quien con un cuchillo en la mano, nos ofendíamos mucho; con mi mamá, llegué a empujarla y a ofenderla, en una ocasión, la empujé, nunca le pegué, una vez fue tanto su enojo que me pegó con su puño cerrado.


Nacido para perder


La marihuana te atrofia el cerebro, pierdes tus niveles de memoria, los reflejos te abandonan, te conviertes en mecha corta, un neurótico empedernido, sufres por tu soledad, se te dificulta socializar, pierdes tu libertad, el primer síntoma del marihuana es claudicar sus estudios, la deserción escolar en ese sentido es altísima, la droga, te despoja de tu autoestima, tus estados de ánimo son dominados por el  aburrimiento, hay días que no te calienta ni el sol, tu manera de hablar se torna en cámara lenta, como retardo, muchos marihuanos se distinguen por su risita de bobo, la droga te roba todo, habrán de cerrarse las puertas para encontrar un trabajo, el  marihuano, no dura en los empleos, lo despiden por faltista e irresponsable, definitivamente, la marihuana, es una droga y un escalón a la perdición, de ahí, brincan al cristal, el fentanillo, la heroína, el suicidio y el manicomio, si eres padre de familia, con antecedentes alcohólicos y neuróticos, si eres un drogadicto, la recomendación es que primero liberes tus emociones negativas, rompas con la genética y te capacites para no traer al mundo a seres inocentes que vendrán a sufrir por la perra, maldita enfermedad perversa del alma, créelo, si puedes ponerle candados, primero, empezando por ti. ernestosalayandia@gmail.com

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