PLANCHADA
Siempre he visto en las mujeres lo más hermoso de la creación. Pero no me he limitado a decir que son bellas, sino les he reconocido capacidades que el hombre está muy lejos de tener: son más organizadas, más hábiles, en fin, para mí ellas son el sexo fuerte…
Les voy a platicar como ejemplo, lo que me sucedió el sábado por la noche. Resulta que estaba en Acapulco, pues me invitaron a una cena…
Como llegué temprano al puerto, luego de comer consideré que era buena hora para una siesta y me quedé dormido…
La cita era a las 8 y media de la noche y ahí tiene usted que desperté mero a las ocho, obviamente faltando bañarme, cambiarme y lo más fácil, (pues ese es un don natural): ponerme guapo…
Por desgracia había que planchar la camisa y eso fue un verdadero circo. Nomás no pude, es algo mágico, etéreo, fuera de este mundo…
Le planchaba una manga por un lado y arrugaba el otro lado. Desarrugaba el frente y arrugaba la espalda. Dejar planchadita la parte de abajo del cuello simplemente me fue imposible. Para no exhibirme como “uey” la planché lo mejor que pude y me la puse sin decir nada…
Por eso le digo que la mujer, que plancha con una facilidad asombrosa, es un ser superior. Me “cai” que ni poniéndome diario a hacerlo, lograría tener la paciencia para dominar ese quehacer. Mis respetos para todas las mujercitas del mundo, seres bellos y como le digo: son más fuertes que nosotros. Si Usted, machito, lo duda, nomás lo reto a parir un chamaco…
Es todo. héctor garcía alvarez
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