UN MINUTO

 CONOCER A LOS HIJOS

En una charla de sobremesa, platicaba con un amigo y salió el tema de los hijos…

Tanto mi amigo como yo, tenemos a los hijos ya adultos, por lo que al través de los años, casi por fuerza que hemos tenido similares problemas con ellos…

Coincidimos en el criterio de que los hijos dan preocupaciones al mayoreo y se repite una y otra vez el llamado “choque generacional” en que se dicen incomprendidos, reprimidos, etc.…

Basta con que tal o cual propuesta venga de los padres para que sea rechazada sin más y en el mejor de los casos modificada…

Hablamos del temor a nuestros padres que nos llevaba a respetarlos sin alegato alguno y a irlos amando al reconocer su experiencia y su sabiduría proporcionada por los años y las vivencias…

Actualmente como padres se tiene una obligación poco observada pero muy sana: hay que saber qué es lo que tiene uno en casa…

Creo que todos amamos sin medida a nuestros hijos. Pero ese amor no nos debe poner una venda en los ojos para conocerlos a fondo. Debemos saber con certeza de lo que son capaces y conocer sus limitaciones así como sus posibilidades…

El descomunal amor que tengo por mi hijo no me ha impedido saber que es inquieto y que requiere de todo mi apoyo y vigilancia para hacerlo un hombre confiable que vea por su madre y hermanas…

El hijo que engaña a sus padres no tiene perdón, y debo decirle a ese hijo que no es que logre engañar a sus padres, sino más bien abusa de la confianza que le tienen. Pero los padres que se engañan solos respecto de sus hijos, habría que quemarlos en leña verde no por su amor ciego, sino por el daño que les hacen a esos hijos…

Es todo.               héctor garcía alvarez

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