UN MINUTO

 UNA CHAMBA

Un padre, cansado de que su hijo nada más ande de vago, habló con él y le dijo: “¡…como no quieres estudiar, te voy a conseguir un trabajo.. yo no mantengo güevones…!”

Al otro día, el padre fue a ver a un amigo muy bien colocado y le pidió chamba para su hijo. A los pocos días el amigo le habla y le dice:

--Logré colocar a tu hijo de ayudante del Presidente con un sueldo inicial de 90 mil pesos mensuales…

--No mano, me lo vas a acabar de echar a perder, bájale…  Pasan unos días y nuevamente el amigo: Ya está mano, tu hijo será Secretario en un Estado, ya ves que los secretarios son puros cuates del Gobernador en turno y por regla general muy pendejos, pero ganará 75 mil pesos al mes… Nó mano, bájale más, mi hijo debe aprender que el dinero no se dá en árboles…

Otros días pasan y habla el amigo: ¡ya le dí al clavo, mano!, tu hijo entrará de asesor de un Senador y ganará 35 mil pesos mensuales… Ni sigas, le dice el padre. Quiero que mi hijo se dome, consíguele un trabajo en el gobierno, pero donde gane unos 4 o cuando mucho 5 mil pesos al mes…

¡Imposible amigo…! Para esos trabajos, tu hijo debió haber hecho una carrera, un doctorado, entrar a la bolsa de trabajo del sindicato burócrata, ser meritorio, estar dispuesto a acostarse con la jefa de la oficina a quien apodan “La Culpa” (porque nadie se la quiere echar), sacrificarse diez o 20 quincenas sin cobrar porque es el “premio” del líder sindical… en una palabra: ¡me pides un imposible, mano, mejor mantenlo…!

Es anécdota, pero muy cercana a la realidad de nuestro México… ¿o nó?

     Es todo.               héctor garcía alvarez

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