Cambio 21

Por Juan Francisco García.

*Reflexiones.

“La política no es un fin, sino un medio. No es un producto, sino un proceso. Es el arte de gobernar”. John Calvin Coolidge Jr. (Plymouth, Vermont; 4 de julio de 1872-Northampton, Massachusetts; 5 de enero de 1933) fue el trigésimo presidente de los Estados Unidos (1923-29). Abogado republicano de Vermont que comenzó su carrera política en Massachusetts, estado del que fue gobernador. Ganó las elecciones de 1924, se granjeó fama de conservador favorable a un Estado reducido y una mínima intervención gubernamental en la economía estadounidense. Es destacable el hecho de que, aunque careciera de carisma y locuacidad, no perdió una sola elección en toda su carrera política.

*Los Reyes, íconos de la política de La Unión

En los cuarenta años que llevo en el periodismo, he seguido la trayectoria de muchos políticos y conocido su trabajo a través de sus buenos o malos resultados; a varios lo he tratado directamente y a algunos, hasta convivido con ellos, sin rebasar nunca la distancia ni perder la separación que debe de existir entre el gobernante cuyo trabajo debe ser transparente y el de un periodista considerado independiente, aunque sí, siempre con respeto a la investidura del mandatario o representante popular, de cualquier partido e ideología.

Esto quedó de manifiesto en la ocasión que una compañera de las que ingresan al gremio para sentirse “el cuarto poder”, me cuestionó el por qué le decía al alcalde “Señor presidente” si era más joven que yo y a ella le constaba la amistad de años que me unía a él, a lo que le respondí que efectivamente era mi amigo y por lo mismo le respetaba su investidura.

-En su casa, le puedo llamar por su nombre; en su bufete, abogado, pero en el ayuntamiento, en acto protocolario o en un evento público, para mí siempre será el señor presidente o señor diputado, según sea el caso –contesté con firmeza, porque así ha sido mi forma de ser y de actuar.

Cuestión de ética y óptica.

Hago estas referencias por la amistad que me han dispensado los hermanos Carlos y Crescencio Reyes Torres, el primero ex alcalde y actualmente diputado local por el 12 Distrito Electoral y el segundo, presidente municipal por tercera ocasión, conservando ambos la humildad y sencillez, tanto con el cargo o sin él, tal como iniciaron su carrera política a finales de los 90s, en su natal Petacalco como comisario, para luego llegar a la presidencia municipal y trascender en la capital del estado como diputados locales, porque Crescencio Reyes Torres también ha sido diputado local, logrando la representación popular, al igual que Carlos, por el voto directo de la ciudadanía. 

Al primero de los hermanos Reyes Torres que conocí en la política fue a Carlos, como regidor por el Partido de la Revolución Democrática en el período 99-2002, años en que también fue dirigente municipal de su partido; después conocí a Crescencio, como alcalde en el período constitucional 2012-2015. Y desde entonces, ambos me han dispensado con su amistad, una amistad que aprecio y valoro, porque va más allá de la relación entre gobernante o representante popular y periodista, al mantenerse, reitero, estando ellos en un cargo o fuera de él.

Por mi quehacer periodístico y por la amistad que nos unes, en el transcurso de estos años he estado en diferentes eventos que han organizado o les han organizado a los hermanos Reyes Torres y en todos he visto el trato cortés y cariñoso que le dan a la gente, la que les corresponde de igual manera, porque a diferencia de otros políticos que conforme pasan los años crecen en soberbia más no políticamente, los hermanos Reyes Torres mantienen su sencillez y humildad, pero han crecido políticamente tanto en el discurso como en los hechos.

El trato humano y cálido, así como sus buenos resultados tanto en la representación popular como en el gobierno municipal, es lo que ha mantenido y seguirá manteniendo a los hermanos Carlos y Crescencio Reyes Torres en el ánimo ciudadano, considerándoseles hoy por hoy como los íconos de la política en el municipio de Isidoro Montes de Oca, porque como escribió Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, religioso benedictino, ensayista y polígrafo español, representante de la primera Ilustración: “El político recto nada se arriesga en el camino y tiene poco que temer en el término”.