Tercera Vía

La LXIII Legislatura Local, de la parálisis total a la tartamudez legislativa.

Por Ernesto Rivera Rodríguez

Tanto la LXII Legislatura anterior cómo la presente LXIII que está en su fase terminal e infestada de “tartamudez”, no sólo por cuestión del término de su gestión sino por la pobreza, debacle total de su responsabilidad ante los guerrerenses, por la parálisis legislativa, se han distinguido, y ya habló en pasado, por su notoria exótica vanidad y frivolidad de ejercer su ejercicio legislativo.

No es difícil mencionar la calidad de sus líderes promovidos por Morena desde el polémico Amilcar Sandoval Ballesteros, que ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, intentó poner en ridículo al hoy ex gobernador Héctor Astudillo Flores. Y lo que recibió fue un “estate quieto” por parte del presidente.

Su total falta de madurez llevó a la LXII Legislatura a una parálisis que se convirtió en una contaminante herencia qué tomó sin rubor el diputado morenista Rafael Sánchez Esquivel, la estafeta de cambio a la “mitad del río” quién sólo logró convertirla en un remedo de la Insula Barataria, gobernada por Sancho Panza.

El paso a la LXIII Legislatura, con la recién electa gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, y ya gobernadora constitucional, y presidente de la Jucopo, diputado Rafael Sánchez, inicio su gobierno 

con el barco legislativo a medio hundir, y para desviar la atención de su mermada imagen el diputado presidente de la Jucopo, el mismo Rafael Sánchez Esquivel, mandó derribar la Biblioteca del Congreso Local, y que hasta la fecha no se ha dado información sobre los 40 millones de pesos para su reconstrucción qué finalmente se convirtió en su tumba política.

La gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, en persona y entre los escombros de la biblioteca entregó su confianza a la diputada Yoloksin Domínguez, como presidenta de la Jucopo de la LXIII Local, la cual se distinguió por continuar y alentar su múltiple vida social, qué la llevó a ser exhibida en los medios y las redes sociales, y extraviarse en su mundillo de frivolidad abandonando con ello sus responsabilidades legislativas.

De nuevo la gobernadora intervino para poner orden a medio año de terminar su gestión la actual LXIII Legislatura, y batallando en encontrar a alguien que pudiera sacar al “buey de la barranca”, se escogió a la más joven de las diputadas recayendo la responsabilidad en la diputada morenista Citlali Calixto.

Parecería qué con ello se daría una gran bocana de oxígeno a la propia LXIII Legislatura, que de nuevo la fracción mayoritaria de Morena dejaba tirada. Se debe mencionar que la fracción de la oposición en las dos legislaturas que nos ocupan, ha seguido remando para impedir su total desastre, es y ha sido la fracción priista y de ella su jefe político el diputado Héctor Apreza Patron, quién ha hecho frente para ello y han logrado que la dañada imagen que dejan los morenistas siga a flote.

Pero.

El arribo de la diputada Citlali Calixto 

comenzó con el pie izquierdo, al verse cuestionada por grupos del LGTBB+ de no pertenecer a esas de nominaciones y haber exhibido un documento firmado por su propia mano, de si serlo y pertenecer a ello. La mano fina y delicada del poder acabó con toda asonada en su contra, limpiando, encerando y puliendole el camino.

Entretenida en lograr su reelección como otros diputados y diputadas para repetir en su curul, volvió a diezmar el trabajo legislativo por la maquinaria del proceso electoral, abandonando la carga de la tarea legislativa a la “congeladora” aumentando con ello la parálisis legislativa, cómo si

Los guerrerenses pudieran esperar más. Pobre Guerrero, expresaría el extinto José Francisco Ruiz Massieu.

Y con cuanta razón.

Lo mejor está por venir.

La LXIV Legislatura Local se instala el próximo primero de Septiembre. Sin duda la diputada presidenta de la Jucopo actual, y diputada plurinominal reelecta, logrará atravesar el puente hacia adelante, “qué todo cambie, para qué todo siga igual”, llevando consigo gérmenes y virus que se han patentado en las dos últimas ediciones legislativas morenistas, con el prurito de que este 15 de octubre la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, cumple su tercer año de gobierno, y tendrá qué llevar a cabo un “golpe de timón en el Congreso”.

El horizonte de su atardecer se empieza a sentir irremediablemente, entrando Guerrero en otro estadio de turbulencia política por su relevo, que traerá sin duda fuertes movimientos políticos, rupturas en el propio partido Morena, y los reacomodos supervivientes de la oposición, y un estado sin avanzar, sin buscar nuevos derroteros y dejar de estar atado a su destino manifiesto: el turismo.

Acaso todo está escrito en el Guerrero sin destino, cómo lo escribiera José Francisco Ruiz Massieu. Al tiempo.

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