EL USO DE ANTIVENENOS DISMINUYÓ LA MORTALIDAD POR PIQUETE DE ALACRÁN EN 80 POR CIENTO: IMSS

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Las costas mexicanas del Pacífico y el centro del país son consideradas zonas alacranígenas, donde habita una de las especies más venenosas, el alacrán centruroide o “güero”. En época de calor, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atiende 30 casos diarios relacionados con ataques de este animal ponzoñoso, ocupando el estado de Morelos el primer lugar, con aproximadamente 28 mil personas picadas por año.
A nivel mundial existen 150 especies de alacranes. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en nuestro país, al año ocurren entre 700 y mil 400 muertes por picadura de alacrán, siendo los estados de Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Zacatecas, los de mayor incidencia.
El doctor Miguel Ángel Andrade Padilla, jefe del Área de Toxicología de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Centro Médico Nacional La Raza del IMSS, dijo que al año se atienden alrededor de 20 casos en esta Unidad. Destacó que, desde hace 10 años el uso de los antivenenos (faboterápicos) ha disminuido la mortalidad en cerca de 80 por ciento.
Agregó que con ello, también el tiempo de estancia intrahospitalaria disminuyó de 24 a 48 horas máximo, cuando anteriormente era de tres a cinco días de hospitalización.
Con los faboterápicos también se contrarrestan los síntomas que ocasiona el piquete, como el adormecimiento, que inicia en el lugar lesionado y se va extendiendo hacia el centro del cuerpo; la dificultad de digerir, la sensación de comezón a nivel de la nariz, faringe, boca; y los movimientos involuntarios de lengua y ojos (fasciculaciones musculares), ya que anteriormente se administraban varios fármacos para disminuir la intoxicación, abundó.
El doctor Miguel Ángel Andrade especificó que el riesgo en el área metropolitana del Distrito Federal es menor, ya que sólo en el Pedregal y en el Ajusco aún habitan alacranes negros; que no representan mayor peligro.
Para finalizar, el experto enfatizó que aquella persona que sufra un ataque de centruroide o alacrán “güero”, debe ser atendida en las primeras ocho horas para evitar la muerte; si es posible, la atención debe recibirse dentro de la primera hora, para evitar otras complicaciones.

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