En la etapa que viven los municipios del otorgamiento de las constancias de presidentes electos a la recepción del poder y la toma de protesta, se eternizaron los días para muchos y se hicieron menos para aquellos que contaron las horas y los días quienes intentaron saquear en todas formas los recursos de la comuna para dejar desbastadas las oficinas y las arcas para complicar a no mas poder el inicio del ejercicio de los nuevos gobiernos, lo que solo evidencia su inmadurez e incapacidad política para permitir y reconocer que la oportunidad de mantenerlo sencillamente se les terminó, lo que deberían de tomar con seriedad y preocuparse por dejar las cosas en las mejores formas, debido a que en este caso son gobiernos ajenos a sus partidos a los que le están entregando.
En Petatlán, se dieron vergonzantes casos de saqueo a no mas poder de los recursos del municipio, que el ahora ex presidente municipal Antonio Armenta Instrumentó hasta lo imaginable para dejar una comuna en la que se viera hasta los mas posible comprometida y dificultada para que el nuevo gobierno no le fuera nada fácil el cumplir con las expectativas que provocó en la sociedad de proveerla de un verdadero cambio en las formas de gobernar que se manifestó definitivamente en el proceso que llevó a unos a perder el poder y a otro a la oportunidad de ostentarlo.
Las dificultades que los funcionarios principalmente de Obras pública, de tesorería y de las propias oficinas del presidente Antonio Armenta le pusieron al nuevo gobierno evidencio solo el interés a no permitir que la administración de Albino Lacunza gobierne en su cabal capacidad, actos que se observaron que fueron desde el reparto de inmuebles y propiedades de la comuna y del propio pueblo a favor de empleados y funcionarios sin tomar en cuenta presumiblemente al cabildo y al propio congreso del estado, para provocar un distanciamiento con los primero y la nueva administración, las negativas de la presentación de los expedientes técnicos de las obras inconclusas y que según el manual de procedimientos del ejercicio 2008, deberían de entregarse en donde se plasmen las techos financieros de inversión, los avances que en este rubro tengan y el físico de las obras, solo dejó el sabor de que los funcionarios encargados de estos asuntos y el primer edil todo querían ocultar y mas el mal manejo de estos recursos.
De esta misma manera de forma mañosa el edil ordenó al departamento jurídico la instrumentación de la pensión vitalicia a mas de 20 personas con cargo al presupuesto municipal, cuando estos jamás aportaron participación alguna como lo maneja la ley en la materia, para complicar la administración que entraba, dejando la oportunidad de anular la decisión y enemistar a los trabajadores de muchos años de servicio con la actual administración.
Las intensiones del gobierno perredista de dejar complicada hasta mas no poder la vida financiera del municipio llegó al grado de promover la creación de un sindicato de trabajadores que les permitiera dejar a los empleados de sus confianzas dentro de la nueva administración priista firmando un ilegal e improcedente contrato colectivo de trabajo cuando la propia ley se lo impide, demostrado a parte de ignorancia en la materia, excesos de un poder que se le diluyó de entre las manos y que solo le permitió un desmesurable enriquecimiento personal.
Ahora solo queda y faltan las reacciones de los instrumentos de fiscalización del gobierno estatal del congreso que obligue a regresar los recursos que de manera inverosímil y desvergosado se llevaron para dejar un precedente a las nuevas administraciones y quitar el estigma de impunidad a los ex presidentes los que según las propias expresiones de Antonio Armenta nunca han sido encarcelado.
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