Niño promesa del boxeo de Zihuatanejo

Con tan solo 10 años en su corta vida, estudiando en cuarto año de primaria con promedio de 8.7, Raúl de Jesús Aguilar Valades oriundo de Zihuatanejo de Azueta y vecino de la colonia 24 de abril, dejó el balón de futbol para dedicar una hora y media diaria al deporte del boxeo amateur con gran disciplina y entrega.
Viniendo de un seno familiar dedicada al oficio de panaderos, este joven promesa cuenta con el total apoyo de sus padres quienes lo alientan día a día motivando y acompañando a seguir este camino de los golpes y el rigor que amerita este duro deporte de los guantes y el nocaut.
Con apenas dos rigurosos meses de dura constancia su entrenador Juanito Mendoza ex campeón nacional de los guantes de oro de la ciudad de México, es quien tiene a su cargo a este diamante a pulir bajo su enseñanza y quien dice que va a poner todo su empeño en que este menor sea alguien dentro del ambiente boxístico ya sea olímpico o profesional, por las grandes cualidades que el muchacho muestra ya que desde que llega al deportivo municipal hace mucho ejercicio y nunca se cansa por mas dura que sea su rutina, por lo que en este momento es cuando se le debe poner toda la atención para que se dedique de lleno a este dura disciplina, dice su manager.
Seguidor del campeón mundial Manny Pacquiao, Raúl dice que le gustaría ser como él porque es muy motivante imaginarse llegar a ser un gran ídolo en su país, así que va a poner todo de su parte para poder lograrlo.
Hijo de Marfeli Valades y Octavio Aguilar, Raúl de Jesús llegó al boxeo porque le gustaba verlo por la televisión por lo que un día le pidió a su padre que lo llevara allí y porque a sus tutores les interesaba que se supiera defender, por lo que nunca imaginaban que este niño promesa pudiera llegar a tener este nivel.
¿Qué les aconsejas a los niños que viven en situación de calle o los que simplemente se dedican a la vagancia? Se le preguntó, y contesto sereno y con gotas de sudor en la frente, que practiquen algún deporte y que no desperdicien su vida sin hacer nada para que cada quien cumpla su sueño, dijo el menor al término de su duro y exacerbado entrenamiento.