Dentelladas | 14.07.09

Reza la sentencia popular que “cuando el río suena es que agua lleva”. Según yo, quiere decir que si anda por ahí un rumor, chisme o intriga circulando es que algo hay de cierto, aunque habría que acotar y dejar perfectamente establecido que también circulan mafufadas de todo tipo que no tienen un pelo de realidad, pero por esta ocasión demos por válido el planteamiento. En mis últimas dos colaboraciones, hablamos de los rumores según los cuales oscuras fuerzas provenientes del jurásico “priyista” habrían intervenido para hacer ganar al joven enjundioso Arroyos Peter en las elecciones del 5 de julio en el distrito 03. La revelación de Marco Antonio Leyva Mena en el sentido de que Arroyos Peter había ido a tocar la puerta de Rubén Figueroa Alcocer para pedirle apoyo fue la primer agua que confirmó los ruidos. Pero hay más. El día de hoy (13 de julio) aparece una carta en El Sur cuya intención es reclamar por haber publicado como principal la nota mencionada en la edición del sábado pasado. Pero lo importante es que la autora de la carta dice que hace meses se enteró de la reunión entre el hoy diputado electo –entonces sólo suspirante- y el ex gobernador; que se juntaron en México City para desayunar y que le entró el “sospechosismo” pero luego entendió que puede haber encuentros muy decentes entre políticos de distinto signo. Suficiente para confirmar que tal encuentro existió el resto délo por descontado. Le aseguro que al rato se va a saber quienes atestiguaron la firma de este “pacto de mexicalpán” y hasta algunos chascarrillos contados por Arroyos para entretener al “patrón”.
Yo a usted le pregunto, camarada “priyista” y camarada “pederrista” de base y de paso me pregunto a mí mismo: ¿Qué habríamos pensado ustedes y yo si nos hubieran informado que Cervando Ayala, ex candidato del RIP, andaba desayunando con Misael Medrano o con Zeferino en la ciudad de México antes de las elecciones? Seguramente habríamos reparado por que ustedes y yo pensamos en la política como algo diferente, pero tal vez ustedes y yo sólo estemos atrasados, pues hay quienes aseguran que así se estila ahora; que los candidatos de un bando van a pedir permiso a los caciques del otro bando para que las correas no se atoren tan gacho. Es más, hay quienes aseguran que varios alcaldes guerrerenses de hoy, de la mismísima Costa Grande, conocidos de ustedes, candidatos ayer, fueron, en su tiempo, a “tocar las puertas” de Zeferino y que no tuvieron ningún empacho en preguntar –en tono muy pero muy humilde, como nunca los ha escuchado ni escuchará usted- a una de las cabezas más importantes del Partido contrario: “¿Usted cómo la ve señor? Las masas irredentas de mi partido me exigen que busque la candidatura a la presidencia, ¿usted le mira algún inconveniente a tan ferviente deseo de las masas?” Y que varios de ellos se vinieron con la aprobación del “siñor”, quien, aseguran, mientras escuchaba los ruegos de sus supuestos contrarios, mantenía a raya, tomados del collar, unos enormes perros que babeaban y se jaloneaban queriéndose comer al suplicante; que dichos mastines traían colgando en el pecho un letrero que rezaba: “Contraloría del Estado”. ¡Guácala! ¡Guaaarrcc! ¡Guaaarrcc! ¡Fúchila! ¡Perdón, camaradas de la hoz y el martillo, pero acabo de aventarme una señora guacareada, como si me hubiera recetado unas 8 órdenes de tacos de cuchito, con harta salsa con trocitos de cebolla y cilantro, más 6 caguamas, todo en media hora. ¡Imagínensela para que entiendan cómo es realmente el ancho, truculento, fangoso y maloliente mundo de la polaca!
Por cierto, camaradas del RIP, Habría que preguntarle a Marco Antonio Leyva Mena por qué no reveló durante la campaña la ya casi famosa visita que hizo Arroyos Peter a Figueroa. Seguro que muchos perredistas se habrían desencantado de la actuación del joven enjundioso, se habrían dado cuenta que todo era una farsa y que cuando llamaba a ir contra los dinosaurios y caciques que querían regresar al poder en el estado (en referencia a Figueroa), estaba hablando de puros valores entendidos. Habría perdido votos el perredista. ¿Por qué no abrió entonces su pico Leyva Mena? ¿Será que…? ¿Acaso Marco…? ¿Será capaz de…? No, pues está cañón…

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