Los cadáveres aparentemente iban a ser cremados, ya que bajo los cuerpos pusieron una ‘cama’ de leña.

Algunos de los cuerpos tenían artefactos cilíndricos en las manos similares a objetos explosivos.
Maniatados, torturados y ejecutados a tiros, quedaron los cadáveres de 11 hombres y una mujer que fueron arrojados en la desviación a Nuevo Centro, poblado del municipio de La Huacana que colinda con la presa de Infiernillo y el municipio de Arteaga, entre la Tierra Caliente y la región serrana de la entidad.
Fue al filo de las 18:00 horas, cuando lugareños notificaron a las autoridades policiales que en ese lugar fueron arrojados entre 12 y 15 cadáveres.
De inmediato se realizó la movilización de policías municipales, estatales y federales, además de militares quienes acordonaron la zona mientras el agente del Ministerio Público integraba las primeras actuaciones y personal de los Servicios Periciales recababa pruebas e indicios.

Inicialmente los investigadores al analizar el mensaje, interpretaron que los cadáveres pudieran pertenecer a agentes federales, sin embargo al analizar la complexión y después de cruces de información por sus sistemas de radio comunicación, desecharon la hipótesis.
Mientras el fiscal ordenó el traslado de los cadáveres al Servicio Médico Forense para los efectos legales, las corporaciones militares y policiales implementaron operativos en la Tierra caliente, costa y sierra de Michoacán.
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