PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

“Hay Muertos que no Hacen Ruido, y es más Grande su Penar”…

Ya son muchas las denuncias, tantas como los fracasados resultados con autoridades persecutoras de delitos a las que inútilmente se les reclama investiguen, identifiquen y encarcelen a los asesinos materiales de tantos periodistas victimados, para que se sepa no sólo quienes son los autores materiales y que reciban su castigo, sino conocer el propósito perverso de los autores intelectuales que los motivo segar una vida inocente o no, pero que se haga público, cual pudo ser el motivo del sangriento crimen que la razón y la ley de la civilidad no pudieran sancionar sin necesidad de mancharse las manos y llenar de horror a las buenas conciencias.
Es cuestión de animales tomar la justicia por mano propia venga de donde venga y además muy indigno el pretender acallar para siempre la fuerza invencible de la verdad, pero más vergonzante todavía, es carecer de conciencia a sabiendas de ser culpable de acción tan baja para cortar de tajo la vida de un mensajero de la dignidad en forma cobarde, igual que incuban en su mente enferma el crimen insensato de tratar de cegar inútilmente el ojo vigilante de quien hace de su vida, el deber de transparentar a la sociedad en busca de justicia social.
Aunque tan grave o quizá más de esta infamia, es la indolencia e incompetencia mostrada por las autoridades preventivas e investigadoras que han dado una pobre muestra con su negligencia al dejar impunes una ya larga lista de ataques a instalaciones periodísticas, agresiones a reporteros y asesinatos de comunicadores en diversos puntos del país sin excusa alguna, pues es bien sabido que estas víctimas son personas públicas que hacen de su vida una intensa actividad social con decenas de referencias, hilos conductores e innegables huellas inequívocas, para resolver esos casos que sospechosamente estas autoridades no ven.
Apenas fue asesinado después de inmovilizarlo en su departamento de Ciudad Guzmán, Jalisco, el periodista José Emilio Galindo Robles de 43 años, director de Radio Universidad de Guadalajara desde hace un lustro y premio nacional de periodismo ambiental en 2004, al descubrir que los municipios de El Salto y Juanacatlán fueron convertidos en “pueblos veneno” igual que la cuenca de los ríos; Santiago, Lerma y Chapala, así como cementerios clandestinos de cianuro procedente del corredor industrial, asiento de las grandes empresas contaminadoras; CIBA-GEIGI, Grupo Urrea, IBM, Celulosa y Derivados, Industria Petroquímica Mexicana y otras más instaladas desde 1958 en que llegó al lugar la Fábrica de Textiles “Río Grande”, mismas que arrojan desde entonces 2 mil 600 toneladas de desechos químicos para convertir el antes llamado “Niágara Mexicano”, en desértico estero.
Con antecedentes semejantes en este oficio y como para confirmar la impunidad que fomentan con su incompetencia la PGR, Procuradurías estatales, AFIs, PFPs, y la SSPF, junto con el pretendido coordinador general de una ambicionada policía nacional, Genaro García Luna, permanecen más de medio centenar de denuncias, con la añejada “desaparición” del periodista José Antonio García Apac, director del Semanario “Eco de la Cuenca de Tepalcatepec” en la costa michoacana, quien fue secuestrado desde el 20 de noviembre del 2006 y, lo que es peor, que la averiguación previa iniciada por la Procuraduría de Michoacán fue remitida hasta abril de 2007 a la PGR que, a tres meses de recibida decidió enviarla a la RESERVA, sin llevar a cabo las diligencias necesarias, ni agotar las líneas de investigación procedentes.
En el mismo caso de IMPUNIDAD están las “desapariciones” de los periodistas; Jesús Mejía Lechuga de Veracruz, Alfredo Jiménez Mota de Sonora, Rafael Ortíz Martínez de Monclova, Rodolfo Rincón Taracena de Tabasco, Gamaliel López Candanosa y Gerardo Paredes Pérez de Nuevo León y Mauricio Estrada Zamora de Michoacán de 2003 a 2008, según denuncian Article19 y Cencos, y a la fecha, nada!
Aún quedan en el tintero registrar los asesinatos insolutos de Norberto Miranda Madrid “el Gallito”, al igual que el de José Luis Ortega Mata en Casas Grandes, Chihuahua; y de Armando Rodríguez Carreón, José Ramírez Puente, Saúl Noé Martínez Ortega y Víctor Oropeza y Jessica Lizalde, todos en Ciudad Juárez del 2000 al 2008; igual que 55 periodistas, entre ellos Amado Ramírez Dallines más, victimados en el país desde el año 2000 según denuncia “Reporteros sin Fronteras”. Así la impunidad toma carta de naturalización incluso como muestra, con el caso del periodista Emilio Gutiérrez Soto quien huyó a Estados Unidos donde solicitó asilo político, después de ser amenazado por militares en Casas Grandes el año pasado…Entonces??
Agradezco el valor civil de su denuncnia a; zarrojo2000@yahoo.com.mx

1 comentario:

  1. Rogelio,
    que se puede hacer con empresas como estas que pagan grandes sumas de dinero al govierno? ya que si existieran reglamentos de salud,bomberos,transportes y manjos de materiales peligrossos en nuestro pais, otra cosa pasara, aun tubieramos la niagara Mexicana, aun existieran aguas cristalinas para beber o tomar si es que haci se desea. Todo esto biene y es culpa del corrupto govierno que tenemos en nuestro Mexico, y todos lo sabemos, si yo denuncia me callan por las vuenas o por las malas, Dime donde podemops ir y te sigo????saludos

    ResponderBorrar