Trámites burocráticos retrasan créditos a discapacitados

La Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado abrió la posibilidad de que personas con alguna discapacidad puedan ser sujetas a un crédito para poder emprender alguna actividad productiva.
Los créditos serán para que personas con capacidades diferentes inicien sus changarros, por lo que solicitan que los requisitos sean mínimos y con ello disminuya la burocracia para su aprobación; fueron 80 las solicitudes pero solo 19 los beneficiados y esperan que próximamente sean más.
Es toda una serie de procedimientos y requisitos que ha implementado la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Estado de Guerrero (SEDESOL), dicen que los hacen dar muchas vueltas y es muy difícil ir y venir, y no toman en cuenta que son personas con capacidades diferentes que no fácilmente pueden transitar, incluso algunos no saben leer ni escribir y tienen que hacerse acompañar por alguno de sus familiares.
A su vez, Rosa Elena Raya directora del Instituto de la Mujer en Zihuatanejo (INMUJER), dijo que se trata de dar un mejor estilo de vida a las personas que sufren alguna discapacidad y que no se pueden emplear fácilmente en el campo laboral.
Explicó que lo que se hace es inyectar un recurso a la familia de quien depende esta persona para que inicie un proyecto que le genere ingresos, de preferencia este negocio debe iniciarse en su domicilio y desde luego facilitarle los requerimientos que soliciten para regular esa actividad, como por ejemplo, la licencia de funcionamiento para su actividad comercial.
Destacó que para empezar, el primer crédito es de 5 mil pesos, dinero que va a pagar en plazos depositando una cuenta bancaria a nombre del beneficiario, pero mancomunada con el representante de la Secretaría de Economía, todo ello es con la finalidad de que ese mismo dinero sea reinvertido y pueda solicitar otro préstamo hasta por 20 mil pesos, siguiendo el mismo mecanismo el que finalmente resulta en un préstamo a fondo perdido.
A su vez, Edilberto Cruz Maciel, hijo de la señora Amelia Maciel Rosas de la colonia Libertad, dijo que en su caso comprará ollas de peltre para vender afuera de su casa ya que no puede salir y se desespera queriendo trabajar para utilizar su tiempo en actividades productivas y ésta es una muy buena oportunidad, mientras que su mamá sigue trabajando como afanadora en el hospital general.
Agregó Rosa Elena que ella insiste en la posibilidad de que el representante de Desarrollo Social del Estado, busque los mecanismos para que los trámites no sean tan tediosos, por ejemplo hay señoras de hasta 60 años que tienen que llevar a sus hijos de 30 años para hacer la solicitud, eso hace que los interesados pierdan la continuidad y con ello la posibilidad de iniciar su propio negocio, cuando en el Instituto de la Mujer se tiene personal para hacer visitas domiciliarias y verificar que efectivamente estas personas cuenten con los requisitos, concluyó.

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