LAS DENTELLADAS

Por El Tiburón

La SEP pero también los profesores

El diario nacional La Jornada publicó el día de ayer una nota aterradora. La titularon “Cooperativas escolares chatarrizadas”. Apóyase este material informativo en un trabajo de investigación del profesor César Navarro, de la UPN, quien dice que 25 millones de estudiantes de primaria (y otros millones más de estudiantes de secundaria y preparatoria) son consumidores cautivos de alimentos poco saludables producidos por las grandes transnacionales de la comida chatarra.
Señala el investigador que uno de los ejes de la Alianza por la Educación (ACE) establece la promoción de hábitos saludables y el combate a la obesidad, pero a la hora del recreo, los estudiantes sólo tienen acceso a alimentos poco saludables.
Fiel a la bronca que traen los diferentes grupos del magisterio nacional, César Navarro acusa a la ex secretaria de educación, Josefina Vázquez Mota, de haber suscrito un convenio con el grupo Pepsico, una de las principales firmas refresqueras del mundo, para lanzar el programa Vive Saludable que se proponía impulsar mejores hábitos alimenticios entre los estudiantes y participar en proyectos para mejorar instalaciones deportivas sin tocar la venta de refrescos y alimentos chatarra. Dice el autor del trabajo que es un fraude perpetrado por las autoridades educativas.
El experto en educación básica, señala que las cooperativas surgieron como modelo de trabajo comunitario sin fines de lucro, impulsado por un capital semilla donado por la propia comunidad escolar, y cuyo objetivo central era fortalecer los lazos de solidaridad. Recordó que también se impulsaron las parcelas y huertas escolares en comunidades rurales, donde maestros, alumnos y padres de familia se involucraban en proyectos que beneficiaban a la escuela. Sin embargo, la cooperativa escolar quedó desvirtuada y reducida a la tienda privada y a un negocio multimillonario de las grandes trasnacionales.
Desde su punto de vista es la SEP la responsable de este desastre y la que ha bloqueado iniciativas en el Distrito Federal para “deschatarrizar” a las escuelas, a pesar de la gravedad de los resultados que se reflejan en el número de niños obesos y niños diabéticos.
Seguramente muy pocos se van a atrever a negar lo que pasa en las escuelas del país en general y de nuestro municipio en particular. Sin embargo, lo que no le pareció muy acertado al profesor Florencio Abundez, asesor de esta columna en materia de educación, es que le quieran cargar todo el muerto a la SEP. Dice Florencio que efectivamente la SEP es uno de los principales responsables, pero los otros que deben responder por este asunto son los propios profesores de los diferentes centros educativos, pues son ellos quienes manejan directamente las cooperativas y todo el proceso educativo.
Señala Florencio que todo mundo sabe que los maestros, hoy en día, no obedecen a nadie. Se dan el lujo de parar clases cuando quieren, ponen y quitan autoridades de los planteles a su antojo, dan las clases que quieren y no hay quien los meta en cintura. Si no obedecen las directrices de las autoridades educativas, ¿por qué en el terreno del manejo de las cooperativas se portan tan obedientes?
Explica que bajo el gobierno perredista de Silvano Blanco Deaquino, salió a la luz que los productos de las despensas que enviaba el DIF estatal para el programa de desayunos calientes para los niños de primaria, se vendían en las colonias populares de Zihuatanejo. En ese tiempo, el director del DIF dijo –y así se publicó- que en la mayoría de las escuelas los directores se negaban a recibir y desde luego a entregar la cuota de recuperación por los productos. Es más hay escuelas donde los mismos maestros abren su “tiendita” a la hora del recreo para vender toda clase de porquerías. Es casi seguro que en la actualidad esta situación no ha cambiado.
Yo creo que a la SEP debemos pedirle cuentas por lo que pasa en nuestras escuelas, pero también a los maestros que han permitido que las cosas estén como se encuentran en la actualidad.
Se ha permitido la entronización de las transnacionales de la chatarra, y, a la par, se han abandonado los programas deportivos y de educación física. En nuestros días casi no hay escuelas que tengan equipos deportivos y la actividad de educación física se reduce, cuando más, a una hora por semana.
¿Qué es lo que impide una gran alianza en nuestro municipio entre autoridades, profesores y padres de familia para dar un gran impulso a la educación de nuestros hijos, nietos, biznietos y tataranietos? Florencio dice que la pura hueva, la abulia y la falta de compromiso con los cihuatlacas…

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