LAS DENTELLADAS

Por El tiburon

Duelo de tramposos

Dice mi camarada el licenciado Trastupijes, abogado de las causas perdidas, que las Juntas de Conciliación y Arbitraje son verdaderos nidos de pillos, donde se pican los pleitos de los trabajadores para beneficiar a los abogados y a los funcionarios de las Juntas que, a pesar de que les paga el gobierno del estado salarios de hambre, los ve usted a bordo de excelentes vehículos y se dan vida no de millonarios pero sí de pelaos que ganan bastante bien, aunque no se sepa claramente de dónde sale ese bienestar exhibido.
Dice el licenciado Benjamín –ese es el nombre del licenciado Trastupijes- que es común que en las Juntas se la pasen revoloteando una punta de abogados proclives al coyotaje que nomás están esperando a que caigan los incautos trabajadores para tomar sus casos y convertirlos en minas de oro para ellos no para el despedido trabajador. Es común que, de manera soterrada, un mismo abogado represente al patrón y al trabajador, pierdan ambos y el leguleyo se levante con el triunfo y con el dinero del pleito.
Afirma que ocurre muy a menudo que los coyotones a los que se refirió, de inmediato recomienden a los trabajadores que llegan a quejarse a la Junta, falsear sin mesura los datos del salario e incrementar de manera desmedida los supuestos adeudos que tiene la empresa con el trabajador, de tal forma que si el patrón se apendeja le quiten hasta los calzones que vienen quedando no en manos del que reclama justicia sino de los abogangsters que los comparten con los funcionarios corruptos.
Comenta que sobre todo los pequeños patrones pasan en esas oficinas las de Caín. Los gangsters no tienen piedad de ellos y no son pocos los pequeños empresarios que después de un pleito por despido de un trabajador tengan que cerrar sus pequeños negocios por que terminan arruinados. Sin embargo dice que cuando se enfrentan con grandes empresas lo que se ve son verdaderos duelos de tramposos en los cuales se imponen los peores abogados, los más mañosos, sin importar finalmente si se beneficia o no al trabajador, quienes por lo regular quedan atrapados en estas marañas de intereses ajenos a los suyos.
Dice el abogado Trastupijes que uno de esos casos se está ventilando actualmente en la Junta de Conciliación y arbitraje de Zihuatanejo. Que uno de esos coyotes que rondan siempre la Junta de Conciliación –cuyo nombre curiosamente no aparece en ninguna de las cuatro notas que se han publicado al respecto-, tomó el caso de una mujer que fue despedida de su trabajo en el área de tiempos compartidos en la empresa Lomas del Mar. Los abogados de Loma del Mar dicen que los abogados de la trabajadora la han “malasesorado” y por ello asentó en su demanda datos presuntamente falsos sobre los cargos que desempeñó y el salario que deberían haberle pagado. Y algo ha de haber de cierto, por que, de acuerdo con las notas de referencia, la trabajadora reclama un salario de 4 mil pesos diarios.
La empresa Lomas del Mar –dice la nota- le pagaba su salario a la trabajadora a través de otra empresa intermediaria (Caribe Vacation S. A. de C.V) seguramente con el conocimiento de las autoridades laborales y quizás con el fin de rehuir tramposamente sus responsabilidades, presume Benjamín. Como no tiene intenciones de pagar lo que le exige el abogado a través de la trabajadora despedida, Lomas del Mar mueve sus influencias y la manda a la cárcel usando a un juez al que también califican de pillo, pues afirman que pidió dinero para reducir la fianza de la señora que después de pagar un dineral ya anda libre. ¡Qué asco! Esto da ganas de guacarear.
Ahora, la trabajadora, que sólo quería que la empresa le pagara lo justo ya agarró un pleitazo con Lomas del Mar y también con el juez segundo de lo penal, cuyo nombre es Esteban Saldaña y, según la señora, es un bandido.
Hasta ahora no se sabe qué grupo de abogados tramposos va a ganar esta confrontación, lo que sí se sabe es quién va perdiendo: La señora que reclama justicia laboral, quien vaya usted a saber si le paguen lo que le corresponde, pero ya le deben mucho pues hasta la cárcel fue a dar.
Cómo hace falta una limpia auténtica en esos espacios que se supone fueron creados para hacer justicia a los trabajadores no a los abogados tramposos, dice Benjamín Trastupijes.