LA CULTURA COSTEÑA

HISTORIAS PARA CONTAR
JOSÉ LUIS COBO
“EL QUIJOTE DE LA CANCIÓN ROMÁNTICA”

El plan y la propuesta finsemanesca es tremendamente inevitable y extremadamente agradable. Ir a explayarse y tras un reencuentro
personal, con un sentimiento sensible y consciente, es insustituible para reventar al mal humor y explotar a la alegría y la felicidad.
¡Vámonos toda la banda borracha al nido interminable del romanticismo, al centro costeño del placer mundano, al Olimpo de los dioses románticos y revolucionarios¡ ¡Abordemos el barco de la alegría, subámonos al tren de la orgía de cantos y de poesías, disfrutemos del estado consciente e idealista¡ de plano, vámonos a las correrías de una parranda serenatesca del tamaño del mar y del cielo juntos. Vámonos ya . . .
-¿Pablo Milanés? noooooo, ¿Joaquín Sabina? tampooocoooooo, ¿Nicho Hinojosa? menos . . . éste es mejor que los tres juntos y en montón.
¡Señoras y señores, con ustedes, en vivo y a todo color, enmarcado en una noche hermosa, típicamente costeña, acompañado con cantos divinos y coros celestiales, con su guitarra mágica y el sentimiento a flor de piel: ¡Joséeee Luíiiis Coooooboooooo! en su rincón bohemio ¡Eeeelll Caaantoooo de las Sireeeenaaas!
-¡Buenas noches queridos amigos¡ ¡Bienvenidos a “El Canto de las Sirenas”, empezaremos con una bella canción, de Facundo Cabral, “No soy de aquí, ni soy de allá” . . . sino todo lo contrario – asentaba nuestro cantor oficial de la Costa del Pacífico mexicano.
De pronto introduce: “me gusta andar, pero no sigo el camino, pues lo seguro ya no tiene misterio . . .” y aletarga románticamente a su público.
-A ver . . .a ver, tienen algo que festejar; cumpleaños, divorcios, papanicolao, vasectomías, andro y menopausias, viaje de placer o placer en el viaje, etc., etc., etc. ¡Todo por el placer de ser¡ – afirmaba e invitaba a explayarse, el mejor canta-autor que tiene la tierra costeña, ante un público conocedor, que ya sabe la simpatía y la capacidad histriónica que tiene Cobo, una vez que se encarrera, en su presentación diaria, en el centro de diversión, que tiene ya cerca de veinte años, de apertura permanente y exitosa.
La crónica periodística era obligadísimamente urgente y enésimamente aplazada, pero que estamos seguros, que sus admiradores y seguidores semanales y ocasionales agradecerán infinitamente, ya que en él han encontrado horas y horas de un romanticismo revivificante y mágicamente placentero.
A toda esa presentación de temas llenos de sensualidad, nostalgia, recuerdos y realidades sensitivos, le adiciona una espontaneidad bárbara e instantánea, a lo que se le suma una increíble capacidad de adaptación e integración musical, con una guitarra que data ya de decenios y una armónica que produce la mejor música de fondo, como en el caso de las interpretaciones de “Y nos dieron las 10” de Sabina, pero igual canta a Silvio Rodríguez hasta Atahualpa Yupanqui, nuestra voz mayor, en América; en su vastísimo repertorio se encuentran las obras musicales desde Cabral a Armando Manzanero, pasando por todos los artistas femeninos y masculinos, más destacados en el medio artístico nacional y mundial, como Emmanuel, con su caudal interpretativo, de José José y su talento romántico, Frank Sinatra y la legendaria e inolvidable “A mi manera”.
Y así, la noche transcurre en medio de un romanticismo inevitable pero inolvidablemente gratificante. Llega el momento de Piporro, pero antes un comercial.
-¡Todos, todos, salud! ¡cómo hoy venimos la mitad, tenemos que chupar lo doble¡ – asienta sin ambages José Luis, ante un público ávido de escucharlo.
-Ahora, de mi comadre . . . Juanga . . .”querida . . .” - y empieza la eternamente melodía, que dio vuelta a toda Latinoamérica, con un juego musical llamativo y vibrante.
Después de diez interpretaciones melódicas, una vez más, invita a echarse la del estribo. Se desprende del escenario pintoresco y aseado, que le ha permitido mantenerse en el gusto de todos los Joseluiscobófilos del puerto.
-¡Bébele compadre, hasta cambiar de sexo y ofender a nuestros padres¡ ¡Ay,ayayayay¡
- José Luis . . . “El unicornio” . . .”Para vivir” . . . una de Sabina . . . ¡échate, casas de cartón . . . etc.,etc.,etc.
Y aquí viene la parte seria del programa, que se va tornando en un cúmulo de inolvidables recuerdos y adonde se tocan las fibras más sensibles del corazón y del alma del ser humano.
Pronto aborda los temas guerrerenses y los que tenemos el sentido de pertenencia a esta bellísima y sin igual tierra bronca, nos congratulamos con su propuesta musical . . . ahí se escucha: “Por los caminos del sur”, “Linaloé” y todas las relacionadas con nuestro bendito terruño.
Pasa a introducir la hermosa canción serratesca y se le escucha magistralmente: “todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar . . .” y la razón se nubla y la prudencia desaparece . . . hay que meterse en tan preciosa poesía musicalizada. ¡chúpale pichón¡ hasta gotear sangre.
Y José Luis ahí nos trae, de la lágrima a la risa, de la emoción al romanticismo, del silencio nostálgico al grito abierto, en unos altibajos emocionales marca diablo, con su acento costeño y nacionalizado mexicano, cubano, argentino, chileno y peruano; se va a la madre patria y se regresa hasta las sierras guerrerenses; importa temas de inglés al español y exporta sus composiciones plenas de románticas crónicas y relatos coloridos, floridos y gratos.
¡Graciaaaaas, Joséeeee Luuuuissssss¡

EL COLONIALISMO ESPAÑOL

Una vez que se consolidó el “encuentro de dos mundos” en 1492 y, que la caída de Tenochtitlán en 1521 determinó la conquista de América, nuevamente se volvieron a configurar los procesos políticos, sociales, económicos y culturales en todo el territorio americano, dando paso a una nueva jerarquización política-económica y religiosa-sacerdotal, que de igual forma, sometió a las culturas étnicas a los mandamientos de la corona española que legales o ilegítimos, en su tiempo, cumplieron con los propósitos de las culturas europeas: la de conquistar, territorial y económicamente, nuevos espacios que los proveyeran de dominios, hegemonía, mercados, rutas y comunicaciones.
En septiembre de 1519, los conquistadores Pedro de Alvarado y Bernardino Vázquez de Tapia llegaron hasta el río de Las Balsas, que establecía los límites con Cihuatlán.
Aunque la encomienda fue rechazada por las órdenes reales, Cortés encontró, manipuló y ejecutó, de acuerdo a su albedrío, las posiciones de encomiendas, sosteniendo que “era físicamente un mal necesario”, puesto que sin ese sistema político, no habría alicientes para “la conservación de la tierra“. Se mantuvo la consigna de premiar a las huestes cupulares del ejército español, con una extensión excesiva de terrenos y una significativa cuota de indígenas, que pasaron a un sistema de esclavitud bajo la propiedad del nuevo amo, esto aun, contrariando las decisiones de la corona española.
Así, la encomienda se convirtió en el medio de control y explotación de las poblaciones indígenas, que se presentaron inicialmente como una de las líneas sociales para beneficiar la cristianización, la castellanización y la protección de los indios, a cambio de los tributos y el servicio comunitario, por parte de éstos. De esta forma, se aseguraba la fuerza de trabajo baratísima y causaba un reposicionamiento social interno, ya que hubo una nueva formación jerárquica, en la que surgieron nuevos personajes como los . . .
• Gobernadores de indios
• Recaudadores de tributos
• Auxiliares de repartidores de la mano de obra
• Mayordomos de las festividades religiosas

que poco a poco fueron hispanizados; la nueva orden jerarquizada dominaba ambas lenguas y fungían como intermediarios entre los españoles y los indígenas, teniendo
el derecho ocasional de montar en los caballos importados de Europa, así como el uso de espadas y una relativa amplitud personal, en el momento de maniobrar el control laboral y tributario.
Por otro lado, dentro de las consideraciones y condiciones orográficas de la vertiente del Pacífico, se estima que no se llegó, ni en tiempos del dominio mexica ni en los de la colonia, a establecer lazos estrechos con las partes geográficas centrales de México, ya que la gran extensión del Pacífico hacía más difícil organizar a los pueblos que vivían en sus costas; además, el Eje Volcánico y la Altiplanicie Mexicana, que se presentan como la columna vertebral de nuestra tierra mexicana, pasaban a constituirse como una verdadera y difícil barrera natural que obstaculizaba las comunicaciones y los traslados humanos y materiales, sobre todo de los comerciantes y sus mercancías, o bien, el envío y establecimiento de políticas progresivas para esta geografía, ya no se diga la vigilancia y control oficial de la corona y virreinatos de la Nueva España.
Mientras que del lado del Golfo de México se acrecentaba el interés de conectarse con Europa, del flanco del Pacífico sólo se observaba una inmensidad oceánica que la volvía ajena a la realidad mexicana y que paulatinamente, fue perdiendo los elementos políticos, sociales y económicos, hasta llegar a carecer de una unidad comunitaria que los beneficiara poblacionalmente.
Aún así, con las disposiciones de Hernán Cortés en 1520, se mandó a Gonzalo de Umbría a Zacatula, a “lavar” la tierra para sacar los granos de oro, tan ansiados como buscados y con un gran contingente de carpinteros, herreros, armadores, técnicos y soldados, construyeron un astillero al mando de Juan Rodríguez, Juan Álvarez Chico y Alonso de Ávalos para hacer carabelas y bergantines y poder explorar y conquistar las poblaciones humanas que vivían del lado del Pacífico.
En un recorrido realizado por Juan Álvarez Chico y Francisco de Garay entre Coyuca y Zacatula, fueron afirmando y confirmando la información requerida por Cortés, acerca de la riqueza material de esta región; por lo que en 1524, Cortés mandó a Pedro de Alvarado a la aventura de conquista, bajo la siguiente cita en la cuarta Carta de Relación, a que:
“ . . . trajese, con toda la más cierta relación y secretos de la tierra que pudiese saber; el cual vino y le trajo, y cierta muestra de perlas que halló; y yo repartí, en nombre de vuestra majestad, los pueblos de aquellas provincias, a los vecinos que allá quedaron, que fueron veinte y cinco de caballo y ciento y veinte peones. Y entre la relación que de aquella provincia hizo, trajo nueva de un muy buen puerto que en aquella costa se había hallado, de que holgué mucho; porque hay pocos; y así mismo me trajo relación de los señores de la provincia de Ciguatán, que se afirman mucho haber una isla toda poblada de mujeres, sin varón alguno y que en ciertos tiempos van de la tierra firme hombres, con los cuales han acceso, y las que quedan preñadas, si paren mujeres las guardan, y si los hombres los echan de su compañía; y que esta isla está diez jornadas de esta provincia, y que muchos de ellos han ido para allá y la han visto. Dícenme asimismo que es muy rica de perlas y oro; yo trabajaré, en teniendo aparejo, de saber la verdad y hacer de ello larga relación a vuestra majestad”.

Así fue el tiempo de aquellos tiempos, en la costa zihuatanejense; con sus trabajos agrícolas y ganaderos, forestales y de pesca, adonde se seguían pagando los tributos, pero ahora a la corona española y al sistema virreinal impuesto por el dominio español, ya sea a través de la iglesia o del ejército, que viene a impactar todo el sistema socio-político de la costa, adonde se van dando una serie de cambios comunitarios que hoy nos parecen simples, pero que en su momento eran verdaderos e intensos intercambios culturales.
Mientras tanto, los avatares del tiempo se fueron despejando y en la ya antigua región Mesoamericana se desarrollaba una etapa denominada como colonialismo, en donde se modificaron sus regiones geográficas, sus planos políticos y gubernamentales, los status sociales y se giró, de una posición religiosa politeísta a un monoteísmo que perdura hasta nuestros días, así mismo, la cultura pre-cuauhtémica de todas las culturas aborígenes quedó atrás, para dar paso a una nueva vida cultural, basada en las escuelas de artes y oficios, un intenso trabajo de pintura, escultura y arquitectura precioso y majestuoso, con sus obras maestras hermosísimas barrocas, góticas y churriguerescas, teniendo como signo distintivo las ciudades de México, Zacatecas, Guanajuato y Taxco, principalmente. Pronto, la vida colonial habría de cambiar para siempre la historia de México y la de América Latina.

QUERIDO DIARIO

Fíjense ustedes que un puñito de personas de Zihuatanejo estamos muy contentos y satisfechos por las actividades que se han desarrollado, cada miércoles, a las 19:00 hrs. en el Museo Regional de la Costa Grande, pues ahí se está llevando a cabo un taller literario, que conduce una ilustre escritora y maestra de la lengua española, Cristina Rascón, que ha sabido conducir, magistral y acertadamente a sus alumnos, grandes y chicos, sobre el bello arte de la escritura en prosa y verso. Han sido jornadas literarias gratificantes y productivas, pues cada mitad de semana se van acumulando una serie de escritos que dejan más que satisfechos a sus creadores. Han surgido producciones de amor y desamor, dedicados a la amistad, a la vida y de acuerdo a las diferentes edades de los asistentes. También es preciso expresar, que a estos trabajos asisten mayoritariamente, jóvenes muy jóvenes que han demostrado una inclinación muy marcada y clara hacia los trabajos prosísticos y de poesía, con aportes por demás imaginativos, creativos e innovadores.
Esta iniciativa se la debemos a Arco Iris, escuela de idiomas local, que tuvo el acierto de subsidiar el taller y promover su difusión, asistencia y resultados positivos. ¡Gracias a Arco Iris, escuela de idiomas y superrecontraarchirequetepitifimuchísisimas gracias a Cristina¡ Enhorabuena.
Y ya encarrerados estamos extendiendo la atenta invitación, para que asistan a la presentación del libro “Memoria Costeña” en su segunda edición, que amablemente Guili Coria y su imprenta Coco & Cía. han tenido a bien editar y distribuir en este hermoso “lugar de mujeres” y que adiciona artículos un tanto más vigentes, como mapas, censos y nuevas entrevistas con personajes del tiempo de aquellos tiempos costeños. Usted lo puede adquirir en su puesto de revistas favoritos y de una vez les adelantamos que en este ejercicio literario estará el más grande compositor, poeta y cuentista del estado de Guerrero . . . si, acertó, se trata de Toooooñooooo Urbinaaaaaaa, acompañado por mi compadre Irvin Cabañas y su guitarra mágica, con sus últimas composiciones del momento. Los esperamooooooos. Ahíiiiiii nos vemooooooos.

1 comentario:

  1. jose luis cobo es el mejor, la verdad se la pasa uno muy bien ahi,el es super amable y sus hijos siempre te atienden bien es un lugar muy bonito y familiar.

    atte

    PACO CHAVARRIA

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