PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía
DESPUÉS DEL NIÑO AHOGADO...

“Barriga y con Poca Vista, Desalmado el Prestamista!

Nada de quitar el dedo del renglón…
No cabe duda que nuestros políticos adolecen de la gracia de creer que los mexicanos nos estamos chupando el dedo o están planamente convencidos que el cinismo es otra de las bellas artes, porque reiteradamente ante el inevitable conflicto desatado por su incompetencia u omisión, no tienen empacho en soltar sin pensarlo siquiera, la ocurrencia más inverosímil siempre con la peregrina idea de convencer que son capaces de hacer lo que regularmente nunca hacen.
Hace más de 5 décadas, dijo el catedrático de la Universidad de Chihuahua, Sergio Américo Lastra, la infortunada Ciudad Juárez fue víctima de la imprevisión al industrializarla bestialmente como punto estratégico del comercio con Estados Unidos, convirtiéndola en centro consumidor de mano de obra que llevó a miles de mujeres a las maquiladoras que cimentaron, desplazado a muchos hombres y convirtiendo a otros tantos en irresponsables mantenidos, juguetes de intereses macrofinancieros destinados al ocio, al vicio y a la busca del dinero fácil.
Así le paso primero a Nuevo Laredo, a Reynosa, a Matamoros, Tijuana y otros pasos no tanto como a Piedras Negras, donde los dólares de los marines y los soldados yanquis llegaron a descargar sus traumas y esquizofrenias en maldita sea la hora, perjuicio principalmente de los habitantes varones y para desgracia de sus mujeres y los hijos que perdieron el horizonte y la esperanza del bienestar por la falta de trabajo, de escuelas, de fomento al deporte, la cultura y el progreso.
Prostitución, alcoholismo y el crecimiento imparable del tráfico de drogas mostraron primero el perverso rostro del odio y desequilibrio mental con el impío asesinato de mujeres trabajadores o no, pero que para nada necesitaban de los parásitos deambulantes por las alcantarillas de la olvidada Ciudad, de todas las autoridades; federales, estatales y municipales, dedicadas todo ese tiempo a chupar sin escrúpulo alguno los chorros de dinero bien ganados o mal habido.
Cuando ya perdieron el total control de la población esforzada todavía en rescatar su ciudad a pesar de la inutilidad de las autoridades y de los asesinatos producidos por la “guerra” contra el narcotráfico, entonces desembarcaron por allá más de 4 mil soldados y 23 mil policías AFIs, PFP y federales que llevaron al paroxismo a las familias de 600 mil adolescentes atrapados por la desesperanza y víctimas fáciles entre el desempleo y la necesidad de buscar dinero sucio o caer en las redes del abuso de asesinos, militares o policías.
Por eso ahora parece ridículo que todas las autoridades del país, después de insultar a esa población por dejarse matar, despierten de su haraganoso letargo e inventen nuevas o desconocidas fórmulas para reivindicar a la sufrida población con un comisionado bajo un solo mando, de agrio tufo a Genaro García Luna; militar, policíaco y de desarrollo de programas sociales y económicos, igual que la electorera intención del gobernador José Reyes Baeza de asentar los poderes del estado con intención semejante que antes, en su agónico sexenio nunca columbró.
Lo que no sabemos es que van hacer para restañar las heridas indelebles que dejó la incompetencia u omisión de todos, de 3 mil 240 asesinatos nada más en Ciudad Juárez y 5 mil 170 en todo Chihuahua de los 18 mil sembrados en el país, pues sus pobres ideas de rehabilitarse con la sociedad, se mantienen todavía amenazadas por la indolencia política, la pobreza ideológica con llamados a la reelección y las alianzas, la venta simulada de la riqueza nacional como Pemex y la insaciable succión de impuestos a la población que aumentan la incredulidad…digo!.

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