REMATE

Por Norberto Cruz Cuevas
Congruencia en el servicio publico
La prestación de la asistencia oficial, eficiente, apartidista, no lucrativa a favor de la ciudadanía, demanda de aquellos hombres y mujeres que se dedican a la noble labor del servicio público, una dedicación total.
Los buenos valores inculcados en el seno familiar y pulidos en las aulas hacen sin duda alguna buenos seres humanos, responsables en todos los aspectos.
Hoy toca hablar del correcto desempeño de algunos funcionarios del ayuntamiento de Chilpancingo, en particular del presidente Héctor Astudillo Flores que durante y posteriormente a las horas críticas del paso del frio invernal número 29 en combinación con la quinta tormenta invernal que afecto gran parte del país y por ende 30 de los 81 municipios de la entidad, registrándose en la capital uno de los mayores daños toda, vez que el saldo es hasta son de de 2 mil casas afectadas, de estas 734 están en la capital.
El fin de semana, durante plena tormenta a las antes de las cinco de la mañana el presidente municipal de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores alertado por funcionarios de Protección Civil recorrió las comunidades del Calvario, Durazno, la colonia La Cinca por señalar algunas, ahí casa por casa el edil aviso a los sus gobernados del peligro al que estaban expuestos y los exhorto abandonar sus viviendas,
Lleno de lodo, mojado hasta los huesos el edil cumplió con su labor, a las seis de la mañana incluso hablo vía la radio, alertando el problema que estaba enfrentado la ciudad, horas después se reunía con regidores e integrantes del ayuntamiento, con enfado y frustración les recriminaba su pobre y hasta nula apatía ante los hechos y los convocada a las cinco de la tarde a encontrar soluciones reales al problema.
Las horas han pasado desde que la lluvia atípica que azoto al estado, afectando la vida rutinaria de cientos de personas y aún el edil sigue trabajando, incluso ayer en coordinación con el gobernador del estado, Carlos Zeferino Torreblanca ofrecieron una conferencia de prensa en donde se anunció todo el apoyo para los damnificados y la solicitud que se ha hecho para acceder a los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN).
Otro de los servidores públicos que merecen hablar de su buena labor es el diputado local Jorge Salgado Parra quien al estar presente en el Hotel El Cano de Acapulco en una sesión de trabajo del Congreso que duro tres días y al recibir una llamada telefónica de la situación de vivía la capital del estado, se traslado de inmediato, una vez que constato los graves daños ocasionados por la lluvia, acudió a la tienda Sams y pago con su dinero, una cuenta de más de 13 mil pesos, para entregar víveres a los damnificados, el monto ha subido hasta llegar a los 50 mil pesos.
El presidente municipal de Acapulco, Manuel Añorve Baños solidario con lo que había pasado en la capital del estado, mando dos brigadas de apoyo, hombres y equipo se pusieron a disposición del edil, y le comunicaron al edil que “no se preocupe por nada, nosotros, traemos gasolina, viáticos y muchas ganas de ayudar” y se inmediato se pusieron a trabajar.
Estas ganas de hacer las cosas bien, merecen ser comentadas y que sea la ciudadanía aquella que juzgue las acciones de los servidores públicos que los gobiernan porque es muy cómodo y se considera de pésimo gusto, hablar de aquello que ya paso, de lo que se pudo haber hecho, además se sumarse y exhortar a la ciudanía para que se haga esto y aquello a favor de los damnificados.
Y decimos esto porque ayer en el Congreso, en la última sesión del periodo de sesiones hubo voces de diputados “conchudos” como; Ricardo Moreno Arcos, Marco Antonio Leyva del PRI, Catalino Duarte Orduña y Carlos Álvarez del PRD que hablaron y hablaron sobre estos hechos y nada han hecho.
La cereza del paste son las palabras del Presidente de la Gran Comisión Héctor Vicario que ha propuesto un acuerdo parlamentario para solicitar a los titulares de los poderes Ejecutivo Federal y del Estado se emita la declaratoria de desastre y se proceda a liberar recursos del (FONDEN), porque en Chilpancingo algunas familias lo perdieron todo.