LAS DENTELLADAS

Lo dicho, nuestra “clase política” es una vergüenza

Por El Tiburón

Hay muchos, pero aquí, por encargo del camarada Crescencio, vamos a hacer referencia a dos hechos que comprueban que nuestra llamada “clase política” es una vergüenza y la causa principal del atraso de este país.
Va el primero. Hace algunas semanas (por ahí publicamos algo) renunció a su partido, al partido del presidente de la república, el secretario de gobernación, Fernando Gómez Mont. En su momento todos se quebraban la cabeza tratando de adivinar las razones del secretario; hoy todo está claro. De acuerdo con la información que se ha ido publicando, resulta que el partido del bolillo, a través de su dirigente César Nava y el RIP, a través de su presidenta, Beatriz Paredes, establecieron un pacto (con papel firmado, según algunos) en el que el tricolor se comprometió a apuñalar por la espalda al pueblo de México, de la manita con el partido azul. Los muy pillos acordaron votar a favor del incremento al IVA, tal como ocurrió, a cambio de que el partido de Fox y Calderón se comprometiera a no aliarse con el “pederré”. El testigo de “horror” de este acto contra usted, fue el secretario de gobernación, según dicen, quien, “muy digno”, habría renunciado al partido del bolillo una vez que César Nava no cumplió el pacto y, por debajo del agua, hizo amarres con los amarillos.
El otro hecho es más reciente, ocurrió esta semana. El susodicho presidente del blanquiazul, César Nava, quien es diputado por el distrito XV del Distrito Federal, solicitó permiso para ausentarse de su cargo y dedicar todo su tiempo a las campañas electorales que tiene en puerta su partido. Sorprendentemente, la mayoría del RIP, más el verde y una parte del PRD ¡le negaron el permiso y hasta se rieron de él! Dicen por ahí las crónicas legislativas que, como chamaquitos, nuestros señores diputados gritaban: ¡Quiere llorar, quiere llorar! Dice que en estos días lo va a volver a intentar. Todo mundo afirma que se trata de una venganza del RIP por que Nava no cumplió mientras que el RIP cumplió religiosamente con su promesa de rechingarnos.
Con respecto al primer hecho, Crescencio se pregunta: ¿Qué tiene que hacer el gobierno, a través de Gómez Mont, metiendo su cuchara en los asuntos de los partidos? ¿No que eso ya se había acabado? Hay quienes dicen que Gómez Mont debería renunciar también a su cargo pues lo que hizo contraviene la ley. Pero hay más. Se escuchan voces que afirman que podría proceder un juicio político contra Paredes y Nava que firmaron un pacto en contra de los intereses del pueblo. Esa fue la opinión del ex ministro de la SCJN Juventino Castro y Castro, ahora diputado perredista.
El otro asunto, el del permiso de César Nava pone relieve otro asunto. Se supone que usted, mi estimado, le paga un dineral a los diputados (además de lo que rasguñan por su cuenta) junto con los demás meshicas, para que lo diputados LEGISLEN a favor del pueblo de México. Y la pregunta de Crescencio es: ¿Qué tanto puede legislar un fulano (como César Nava) que además de diputado es presidente de su partido? Ahora pide permiso para dedicarse de tiempo completo a las campañas de su organización. ¿Y a qué se ha dedicado todo este tiempo que ya ha cobrado como diputado si no a dirigir su partido?
Y desgraciadamente no es el único, la presidenta del RIP, Beatriz Paredes Rangel, es también diputada (y para acabarla plurinominal) por la cuarta circunscripción. Y la pregunta es la misma. Si a Beatriz Paredes le paga usted un dineral para que legisle a favor de este país, ¿por qué no renuncia a su cargo en el RIP para ocuparse de la actividad por la que se supone que usted le da un titipuchal de billetes?
No hay que ser, camaradas. La iniciativa popular, presentada a través de este medio por el camarada Crescencio Tobías, exige que aquel diputado o senador que no se dedique a legislar que lo den de baja ipso facto. Y más ¿cuál es el compromiso que Nava tiene con el pueblo que votó por él, cuando por “quítame estas pajas”, quiere tomar sus calzones e irse a otra fiesta más decente? No hay compromiso. Camaradas, ninguno de ellos tiene compromiso con usted…