UN GOBERNADOR GOBIERNA HASTA EN EL ÚLTIMO SEGUNDO DE SU MANDATO
Es falso eso de que en el último año del sexenio estatal el gobernador ya no gobierna.
Quienes así lo afirmen seguramente tratan de hablar de los convenencieros que se alejan del “sol que ya se va” para acercarse ahora al “sol que nace”; o tratan de decir que el gobernante se puede debilitar si al final se le aleja algún grupo de poder.
Esos casos no son propios del último año de gobierno; además se debe considerar que si unos se van también otros llegan, en cualquier momento del sexenio.
También puede ser que se refieran al caso en que el gobernador en funciones quiera o deba consensar una decisión, tanto con el que resulte electo para sucederlo en el cargo como con otros actores políticos; si acude a ellos eso no lo hace menos gobernador; pero también pudiera ocurrir que no considere necesario obtener opinión externa alguna.
Un gobernante en funciones (presidente de la república, gobernador o presidente municipal) lo es desde el momento en que rinde la protesta de ley; y deja de serlo hasta que se cumple el último día de su mandato.
Importante es que nadie se confunda ni trate de confundirnos; las facultades del gobernante se mantienen intactas desde que asume el cargo hasta que termina su período.
El gobernador es gobernador desde el principio hasta el fin de su plazo legal para serlo. No hay pues gobernador que vaya dejando de serlo en la medida en que un grupo o un personaje se le aleje, o en porcentajes decrecientes conforme transcurran los años de su período de gobierno.
Se le acorta el tiempo, sí, pero no sus facultades; éstas se las otorga la ley para ejercerlas TODAS con la misma fuerza e intensidad legal, desde el principio hasta en el último segundo que ocupe el puesto.
Nada ganan los que a fuerza de decir algo contra Zeferino golpean más a la institución que al personaje.
Quien tenga oídos…que oiga.
Bueno, este es mi punto de vista… ¿Y el de usted?
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