PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía


JUSTICIA; CUÁNTOS CRÍMENES
SE COMETEN EN TU NOMBRE…



 “El que quiera ver, que vea…

Habría que armarse de una gran paciencia, tener todo el tiempo del mundo y un archivo gigantesco para describir sólo un capítulo del volumen de más de seis dígitos sobre algunos de los casos de injusticias cometidos, no sólo por los perseguidores del delito, procuradores de la justicia y sancionadores de quienes violan la ley, sino de aquellos sobre los que pesa toda la responsabilidad de éste omnímodo poder.
Porque la información sobre decenas de hechos cotidianos donde la aplicación de la justicia queda en duda, aparecen neciamente filtrados por lo más cercano y lo más lejano de nuestros sentidos. Son tan obvios, tan predecibles y hasta evidentes que, no nos queda, a los más incrédulos, más que ponerlos en la balanza del sentido común para esperar, queramos o no, que el tiempo, ese juez inexorable revele el fallo final, y a veces que ni eso suceda.
Bastaría como mala muestra de la negra camisa de la ignominia, algunos botones dejados en el camino, que no necesitan la cronología para valorarlos cuantitativamente porque la maldad, aún jerárquicamente, no deja de ser igual. La francesita, en términos coloquiales, Florence Cassez dijo que tuvo miedo, pero que no se callara más. Una gran mayoría la recordamos con su cara de sorpresa cuando Genaro García Luna la presentó el 9 de diciembre del 2005.
Desde entonces la lógica perdió congruencia cuando no se pudo ocultar que la captura de la peligrosa banda de secuestradores capitaneada por su pareja Israel Vallarta, grabada por la televisión en el mismo lugar de los hechos, fue un montaje fílmico debidamente preparado, después de capturar a los “novios” camino al rancho por la carretera a Cuernavaca.
Florence aseguró que el ahora director de inteligencia de la Secretaria de Seguridad Pública Federal y experto en secuestros, Luis Cárdenas Palomino, gracias entre otras cosas que recuerdan al capitán Pliego, a cercanos nexos con la organización Israelí “El Mossad” de su amigo Eduardo C. Margolis Sobol, descendiente de uno de los fundadores de ésta, la torturó violenta y humillantemente para obligarla a firmar una confesión a modo del secuestro de Ezequiel, cómplice de plagios de Israel en una venganza agravada por otra, de malos negocios de su hermano con Margolis, que la enredó en la trama que incluso llegó a ser un conflicto político internacional a punto de desenredarse, dejando en capilla al responsable de la seguridad en el país, Genaro García Luna.
Como también sorprende la decisión del Juzgado 1º. De Distrito de Hermosillo de aceptar una fianza de 2 millones de pesos a cada uno de los dueños de la guardería de niños del Seguro Social, cercanos a la familia presidencial; María Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, Sandra Lucía Téllez Nieves y Gildardo Urquidez Serrano, donde fallecieron en incendio 49 pequeños y resultaron heridos 70 más, para evitar el cumplimiento de la orden de aprehensión en su contra, con lo que podrán continuar sujetos a juicio en libertad.
El caso indica que son presuntos responsables de un delito no grave, por lo cual procede la fianza fijada por la “indoblegable” Juez que alcanzaría una pena menor a 5 años de prisión que en el caso, podría durar el juicio, y computarse la pena en libertad, que permite la fianza fijada y garantiza con unos 100 mil pesos por víctima del horrible incineramicidio. En tanto la Suprema Corte encuentra el camino por la responsabilidad que le atañe al ex-director concesionador de las guarderías del Seguro Social, Francisco Molinar Horcasitas quien seguirá cobrando al frente de la Secretaría de Comunicaciones, al igual que el ex-gobernador de aquella entidad Eduardo Bours fortaleciendo la cartera de sus negocios.
O el incompresible caso con disparos esquizofrénicos a las conciencia de una ciudadanía tranquila, ajena a bajas pasiones de quienes provocan con gran espectacularidad la infortunada muerte de la pequeña Paulette Gebara Farah, exhibiendo la inmoral injusticia de impedirle hasta descansar en paz, con la destacada actuación del procurador Alberto Bazbaz Sacal empeñado en sacar conejos de una boina, llegar a “investigar” primero la “desaparición” de la niña de 4 años en lujosísima residencia horizontal el 21 de marzo, y luego “encontrarla” 10 días después en ese mismo lugar, para expresar asombrado la aseveración de estar frente a un homicidio, y someter a los padres de la víctima; Mauricio Gebara y Lizeth Farah, a las nanas Erika y Martha Casimiro y hasta al carpintero que hizo la cuna de la nena, a apasionantes escenas de misterios inexistentes al puro estilo de las estultas producciones fílmicas de Genaro García Luna, lo cual confirma la fuerza de las televisoras…Y la justicia?
Escribanos a: zarrojo2000@yahoo.com.mx

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