Perla negra

Por Amador Sánchez Maciel


Una buena y excelente decisión ha tomado el Presidente de México, Felipe Calderón, al anunciar en días pasados por Televisión que se atacará de manera dura y férrea los actos de corrupción de los funcionarios públicos. Ojala que estas acciones lleguen y sean dirigidas a los estados del país empezando por Guerrero, pues aquí en nuestra entidad los actos de corrupción han rebasado al gobierno, ya no puede ninguna persona realizar trámites de cualquier tipo sin estar inmersos en esta dinámica sucia y baja, los funcionarios hacen lo que quieren, nadie les dice nada, ni los mete en cintura, con eso de que los estados son “libres y soberanos”, pero sin embargo, por eso él es el Presidente de la República.

El exgobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, ha sido uno de los gobernadores más corruptos que ha tenido el estado, los acciones corruptas de los funcionarios fueron vistas por la ciudadanía sin poder ser tocados y relegados de sus funciones, sin embargo, el actual gobernador Zeferino Torreblanca Galindo no se queda atrás. En lo que va de su administración lejos de actuar para la erradicación de los actos corruptos, van en aumento y a los ojos de todos; es más, podemos decir que a los funcionarios corruptos hasta los premia. Tenemos el caso de Silvano Blanco de Aquino, ex presidente municipal de Zihuatanejo quien durante su mandato tuvo él y sus funcionarios manejos financieros turbios y poco claros y aún así fue “galardonado” con una posición política, pues se desempeña como Subdirector de Desarrollo Social en la capital del estado Chilpancingo de los Bravos, caso similar pasa con el ex presidente del vecino municipio de Petatlán, Guerrero, Antonio Armenta Miralrío, quien después de haber desfalcado el ayuntamiento por varios millones de pesos comprobados y ser pagados por el actual presidente priísta, Albino Lacunza, lo premiaron y ahora es el representante o titular regional de la Dirección de la Oficina de Pesca en la Costa Grande; la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Zihuatanejo, no podía ser la excepción, es una dependencia del ayuntamiento que está a punto de desaparecer o por lo menos le habrán de cambiar el nombre para tratar de ocultar el desfalco en la que se encuentra.