PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

BAJO LA BARBARIE Y LA ESTULTICIA

“A muele y muele, que ni el metate quede…
Ya hace tiempo que parece que nada de lo que pasa en nuestro querido México podría sorprendernos, pero no, está visto que todavía queda mucho por ver y más por tratar de asimilar; dígalo si no el reciente apunte, apenas acaecido en el aire de la emisión de la frecuencia 101.7 FM de la poderosa cadena radiodifusora internacional de “Las 40 Principales” de “Unión Radio”, “Grupo Latino” en toda Latinoamérica y España del megapolio “Grupo Prisa” y “Televisa” dominante de 22 millones de radioescuchas (se me hacen pocos) de los poderosos empresarios, don Ignacio Polanco Moreno dueño también del periódico “El País” y don Emilito Azcárraga Jean.
Resulta que al intrépido lorolocutor de uno de sus múltiples programas “chacoteros” Rafael Bazaldua conocido como “Bazooka Joe” se le ocurrió bromear al aire en el programa que produce Iñaki Alvarado, cuando le preguntaron algo relacionado a como se hace un tamal, que podría ser al estilo “Paulette” en referencia a la muerte de la pequeña tan injustamente publicitada y, enseguida entró una llamada que dejo mudo a “Bazooka Joe” quien sólo alcanzó a despedirse porque informó que en ese momento el “alto mando” lo había despedido.
Podría ser atinado o no, pero creo que hay formas que no necesariamente sean tan despóticas y demostradoras de un poderío tan insultante, como el presentado a últimas fechas en muchos casos en contra de comunicadores reconocidos por su integridad y profesionalismo, como las resoluciones judiciales enderezadas en contra del escritor Alfredo Rivera Flores, donde se involucro al maestro Miguel Ángel Granados Chapa, otros colaboradores y hasta la editorial Porrúa, y el caso de Eduardo Huchim May y Rubén Lara, quienes se “atrevieron” como antes la escritora argentina, Olga Wornat y la mexicana Lidia Cacho, o los también periodistas, Miguel Badillo y Ana Lilia Pérez de la Revista Contralínea, a ejercer su labor de verdaderos informadores revelando algo de lo mucho que ocultan los poderosos quienes, escudados en sus fortalezas políticas o caudales del burdo pero valioso metal, envían a sus esbirros a los tribunales donde apegados “a estricto derecho” de leyes adecuadas en sofisticado disimulo a penados capítulos, los arrinconan y presionan con exigentes dinerales nunca accesibles para los oficiantes, conduciéndolos a obligado y ejemplar amordazamiento también, para todos aquellos que pretender con la pluma buscar la libertad en una aspirada democracia.
Fue necesario que pasaran casi 100 años, después de Venustiano Carranza que sutilmente instauro una “Ley de Imprenta” todavía vigente, donde apenas se atrevió respetuoso de la Revolución en pleno a sujetar la labor periodística en la Constitución a “no tener más limite que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública”, y en esa ley, cuando se presente una reclamación publicarla en el mismo espacio y con el mismo tipo gráfico, pero ya no es suficiente.
Nuestros aviesos Diputados y Asambleistas hicieron extensivo el principio de legalidad de la autoridad para aplicar por la vía civil obligaciones de hechos “ilicitos” como el daño moral y por la vía penal, delitos contra el honor, como si la función pública y social del periodismo se equipare a un conflicto de vecindad. La mordaza está echada, no bastaría la vergüenza de una editorial y un periodista obligado a reconocer públicamente su equivocación o poca ética, hay que ponerlo al nivel del difamador o calumniador, amenazarlo con cárcel o indemnizaciones lejos de su capacidad económica para que aprenda a no escribir mal de empresarios honorabilísimos y políticos intachables que nos tienen a más de 40 millones en la indigencia y otros 30 más en la sobrevivencia…Bahh!

BALA PERDIDA
Se tardó el gobernador tarasco Leonel Godoy Rangel más de lo necesario en hacer pública su inconformidad que, aquí si, no es suficiente para recuperar el honor ofendido de los michoacanos por el golpe militar que sufrieron sus autoridades, aunque pidió que el gobierno federal les dé una disculpa, después de que fue liberado Ricardo Rubí empresario y funcionario de la entidad número 19 de los 27 detenidos aquel 26 de mayo del 2009. Bueno sería que los diputados perredistas legislaran para establecer en la ley, la reparación del daño a quien se encarcelara injustamente, y no que estén tan entusiasmados con que se legisle la Ley de Extinción de Dominio, pues con ese sistema judicial…ayy mano!
Escribanos a; zarrojo2000@yahoo.com.mx

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