Coronel era considerado el tercero en la línea de mando dentro del cártel y tenía orden de captura en Estados Unidos, quien ofrecía 5 millones de dólares por información que condujera a su detención. Por su parte, México ofrecía hasta 2.3 millones de dólares de recompensa.El líder narco murió al enfrentarse a militares en medio de un operativo para capturarlo en el lujoso barrio de Zapopan, en las afueras de la occidental ciudad de Guadalajara desde donde supuestamente operaba.
Al verse cercados, Coronel y sus acompañantes reaccionaron disparando contra los soldados por lo que éstos respondieron, dijo el subjefe operativo del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Edgar Villegas, en rueda de prensa.
“Nacho Coronel intentó evadir la operación agrediendo a personal militar con arma de fuego, causando la muerte de un militar e hiriendo a otro más, por lo que al repeler la agresión (de los militares) falleció el referido capo”, dijo Villegas.
Coronel, de 56 años, fue considerado hace poco como un capo en ascenso por la revista política Proceso, que dijo que estaba en condiciones de formar su propio cártel dado que era responsable de gran parte del tráfico de metanfetaminas del cártel de Sinaloa hacia Estados Unidos.
El capo también era señalado como responsable de introducir toneladas de cocaína hacia el país vecino. Su muerte ocurrió cuando el presidente, Felipe Calderón, se encontraba en Guadalajara para asistir a la inauguración del nuevo estadio del popular equipo de fútbol Chivas.
Calderón, libra una guerra frontal contra los cárteles, que ha dejado casi 25,000 muertos desde que asumió, en diciembre del 2006.
REY DE LAS METANFETAMINAS
Uno de sus apodos era, según el FBI, “el Rey de las Anfetaminas” (King of Ice, en inglés), aunque también tenía otros menos rimbombantes como “el Ingeniero” o “Nachito”.
La muerte de Coronel es el mayor golpe del Gobierno mexicano contra los cárteles de la droga después de que cayera abatido a tiros en diciembre el capo Arturo Beltrán Leyva, jefe de la organización de los hermanos Beltrán Leyva, en un operativo de la Marina.
“Coronel es uno de los mas importantes (capos) en México. Desarrolló el mercado de metanfetaminas en México y la cadena de distribución, sobre todo en Jalisco (estado donde se ubica Guadalajara)”, dijo Alberto Islas, analista de riesgo.
La muerte de Coronel ocurre en momentos de extrema violencia del narcotráfico en el norte del país, especialmente en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, donde el cártel local habría sido responsable del reciente estallido de un coche bomba en represalia contra autoridades por supuestamente proteger a su rival, el cártel de Sinaloa.
Coronel comenzó su carrera como narcotraficante en el cártel de Juárez cuando éste era dirigido por el poderoso Amado Carrillo Fuentes, apodado “el Señor de los Cielos” porque utilizaba principalmente aviones ligeros para transportar drogas.
Se unió hace unos años a los Beltrán Leyva, antiguos socios de Guzmán y cuando éstos rompieron su sociedad, se quedó al lado del capo más buscado del país, quien ha sido considerado por la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo.
El número dos del cártel de Sinaloa es Ismael “el Mayo” Zambada, quien hace unos meses dio una entrevista a Proceso en una de las pocas apariciones públicas de este tipo por parte de un narcotraficante.
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