MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Escaso nivel de Héctor Vicario

Solamente falta un periodo ordinario de sesiones y la LIX Legislatura de Guerrero culminará su segundo año de ejercicio constitucional, destacando la carencia de un liderazgo ante la falta de compromiso de quien preside la comisión de gobierno.
La actual es una legislatura especial ante su conformación, en donde existe una paridad de fuerzas entre el PRI y el PRD, cuyas fracciones tienen, hasta hoy, 18 diputados cada una, por lo que, la presidencia de la comisión de gobierno se ha rotado entre ambas, tocando en éste año, a la bancada del tricolor, y concretamente a su coordinador, el diputado Héctor Vicario Castrejón, quien tiene en su haber un saldo raquítico, en apego a lo que ha sido su gris carrera política.
Así es, lo más relevante que ha hecho Héctor Vicario, en su papel de presidente de la comisión de gobierno, es promoverse para buscar la candidatura del PRI a la gubernatura, objetivo en el que fracasó, al no contar con un respaldo popular importante.
Es una lástima y una vergüenza, que el diputado Héctor Vicario, en lugar de asumir de lleno su tarea como coordinador del Congreso, se haya dedicado a promoverse en la entidad, perdiendo el tiempo, porque de entrada ya sabía, que no tenía muchas posibilidades de ser candidato. Y lo peor del asunto, es que los gastos de todo ello fueron cargados al erario público, entregando a cambio escasos y casi nulos resultados legislativos.
Durante el segundo año de la LIX Legislatura local tres han sido los ingredientes principales: A) La escasa productividad legislativa de las comisiones, ya que se habla de un rezago impresionante. B) La inasistencia de los diputados a las sesiones, llegando a caer en el ridículo de hacer un exhorto para que acudieran, con la amenaza de afectar en la dieta a los faltistas. Y C) La falta de compromiso del presidente de la comisión de gobierno, Héctor Vicario Castrejón, al que le parece importar más su futuro político y las próximas elecciones, que entregar buenos resultados como diputado local.
Pero esto no es casual, puesto que Vicario Castrejón no se ha distinguido por ser un político ejemplar. De los cargos públicos que ha ostentando, y que han sido muchos, no se sabe que haya entregado grandes y buenos resultados.
Ante eso, lo que hoy pasa en el Congreso del Estado es completa y totalmente natural. El bajo nivel del Coordinador del Congreso no podía generar otra clase de resultados. 
En breve, Héctor Vicario entregara la estafeta al PRD, en virtud de que la presidencia de la comisión de gobierno se la van rotando, por la paridad de fuerzas, y lo hará con más pena que con gloria.
Mucho ruido en los medios de comunicación con su dichosa aspiración por la gubernatura y pocos resultados legislativos. Otro espacio que ocupa y vuelve a demostrar que es un político de escaso nivel.     
Lo único que ha generado el liderazgo de Héctor Vicario, es que el Congreso mantenga esa pésima imagen que lo ha caracterizado.
La LIX Legislatura, a pesar de todo lo que prometía, ante la experiencia de algunos de sus diputados, sigue hundida en el rezago y la pachorra. Ahí está la mano de Vicario Castrejón. Esa es la cuestión.
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