PECATA MINUTA

Rogelio Gómez Mejía

Aah, CHIHUAHUA, CUÁNTO “GUACHO”!..

"Donde hay p´uno, hay p´todos”.
No es cuestión de culpar directamente a nadie, menos al presidente Calderón, aunque alguien indirectamente debe ser el autor intelectual del sangriento terror que invade ya hace tiempo, lejanos y cercanos estados del centro del país donde ya no es posible vivir. Porque de no asumir nadie la grave responsabilidad de desatar una guerra incontrolable y fratricida sería mucho peor, pues el mandatario del país aparecería ausente, autista y con un gran vacío de autoridad, señal inequívoca de un autoritarismo deleznable.
El caso es que en estos tiempos, las sangrientas y cotidianas ejecuciones, los enfrentamientos bélicos, los abusos de autoridad, las agresiones a civiles y las violaciones a las pocas garantías individuales que nos restan, que parten mayormente de policías federales y miembros del ejército, son el amargo pan de cada día. Evidentemente a alguien se le escapó de las manos esta “guerra” inverosímil. Se conocen las causas, el móvil de las movilizaciones castrenses, de los operativos de la “inteligencia” miliciana y judicial, por cierto, tarea impersonal y extraterritorial de un gobierno nacionalista.
En los Estados Unidos, el Tesoro, la CIA, la DEA, el FBI, estiman que el contrabando de drogas de México a ese país es de unos 32 mil millones de dólares que, en nuestro país podrían alcanzar los 350 mil millones de pesos. Sí, es mucho dinero, el problema es como dar con él. Hay muchas hipótesis criminalistas y muchas fantasías de dinerales. Cualquier cadete de las academias más exigentes de formación policial, no soslaya la posibilidad de encontrarse con una fortuna. Hay muchos sospechosos, cualquiera puede ser delincuente y con la placa y el arma el gobierno les delegó poder casi absoluto, la potestad, el libre albedrío, el arbitrio, al actuar. Quién los puede cuestionar?
Así sea en el último rincón de la sierra de Guerrero, a donde los manden, en la montaña, en Delicias, en Camargo, en San Fernando, en Badiraguato no se diga, en Tlacotepec, en Ciudad Juárez, en Durango, Coahuila, Monterrey, hombre! En las colonias, aparecen ejecutados al azar; 10 en la18 de marzo, en la Mesa de Otay; 6 en la Disco Las Herraduras de Mazatlán; 8 en Bar Juanes de Torreón y 19 heridos; 10 en el bar “El Ferrie” también en Torreón y 15 heridos; 17 en fiesta de “Quinta Italia” y 18 heridos en comunidad de San Luis, en Durango y como olvidar 15 en fiesta del fraccionamiento Salvacar en Ciudad Juárez más 16 heridos, y así por los 4 puntos cardinales del país.
Las preguntas sobran; el móvil?, las causales?. Los asesinos?. Las hipótesis los relacionan con las drogas, el tráfico: si no la “mueven” deben saber quienes, como en las cantinas de Torreón y Gómez Palacio, en las fiestas de las colonias, 5 millones cada uno o zape para que aprendan. En Tlacotepec militares detienen a dos sujetos que viajan en un “Beatle”. Vale como 200 mil. A ver qué armas portan?, donde está la droga?, hijos de mil madres,•$%& camarones sin espinas,&%$* suelten la lana ya!; nos molieron a golpes y culatazos, querían 50 mil pesos, mi amigo no aguantó, se murió, me dieron por muerto, nos desbarrancaron con todo y auto. El reporte fue que tratamos de huir y nos accidentamos.
Pamela Leticia Portillo Hernández, 23 años, se hace amiga de los tenientes, Juan Alberto Bautista, Jorge Solorio y N. Tobón del 23 Batallón, 5a. Zona Militar que toman en “La Cerve” donde trabaja. La acompañan el domingo en la madrugada, Juan Alberto escolta con su camioneta el auto que Leticia conduce, desaparece por avenida Pacheco y Juan Alberto también, que fueron “levantados” declaró Jorge Solorio, pero pasan 8 días y en la zona del general Felipe de Jesús Espitía nada saben, todo Chihuahua se alarma, Leticia es mamá de dos niños, una manta aparece en Periférico de la Juventud rogando por su rescate, ya nada es igual, las sospechas ensombrecen las ciudades, el odio se gesta en las conciencias, ya nadie está seguro, nadie acierta a informar, se habla de que la procuradora de Chihuahua, Patricia González Rodríguez pronto se irá a París…Pero no pasa nada.
BALA PERDIDA
Antes de que 450 agentes de la Policía Federal en Ciudad Juárez exigieran el cese de los comandantes, Salomón Alarcón Romero, Ricardo Duque Chávez, Joel Ortega Montenegro y Antelmo Castañeda Silva por actos de corrupción con 100 elementos guardaespaldas y de confianza, el célebre cineasta Alejandro González Iñarritu expuso a la prensa que “publicar la verdad es no hacer el juego a información manipulada de odio y rencor, los hechos deben ser completos no publicar especulaciones. La prensa está secuestrada por la ignorancia y la violencia. Las historias del narcotráfico (como se conocen) es reproducir la mierda”. Zas!!

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