Por Juan Fco. Barrios Valverde
Vendedores ambulantes comenzaron a usar una pequeña embarcación para poder pasar la barra que en estos momentos se encuentra abierta y que debido al oleaje mantiene rota la malla ciclónica y se salen los cocodrilos del estero.
Los ambulantes que ofrecen todo tipo de artesanía mencionaron que todos los días tienen que arriesgar su vida, pero en estos momentos lo que hacen es pasar en una pequeña lancha denominada “La Dañada” la cual está amarrada con cuerdas y pasan jalando, pues sería imposible navegar en esa corriente.
Una comerciante que no quiso decir su nombre explicó que los ambulantes se tienen que arriesgar, pues la venta está del otro lado donde se pasea el turismo y a pesar de que perciben cocodrilos cerca, pues ya los tienen ubicados para evitar ser atacados, lo que jamás ha ocurrido.
Por su parte Gilberto López Fierro, dijo que hace dos semanas se estaban pasando con el agua a la cintura, pero lo que hicieron fue adaptar una “lanchita” para poder llegar al otro lado; “es un riesgo pues se salen los cocodrilos; a un compañero lo correteo un cocodrilo y se tuvo que salir”.
El empleado de deportes acuáticos que renta motos acuáticas en el área, Álvaro Antonio Farías, dijo que el agua ha ido bajando y ahora se puede percibir donde están los cocodrilos y pasar rápido; “tenemos que pasar a fuerza porque allá está nuestro trabajo”.
Detalló que solo algunos turistas se aventuran a pasar, pero la mayoría no pasa y añadió que jamás se ha registrado algún ataque en el lugar; “algunos nativos ven a los cocodrilos y se meten y comienzan a torearlos, les avientan palos y cosas”.
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