OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

VAYA MANERA DE DESPEDIRSE
El Gobernador del Estado Zeferino Torreblanca Galindo, se ganó buenas salvas de aplausos ayer, por parte de trabajadores y sus dirigentes durante el primer informe anual que rindió el Secretario General del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), David Guzmán Sagredo, en el auditorio del Tribunal Superior de Justicia, repleto hasta las lámparas.
Siendo el sindicato estatal más importante por el número de trabajadores y secciones que lo integran, así como por el conflicto poselectoral que se vivió en los primeros meses del presente año, este informe generó expectación, que fue debidamente satisfecha con el informe de Guzmán Sagredo, quien dio realce a la unidad que existe actualmente entre ese gremio laboral, y los trabajos para la reforma a la ley correspondiente.
David Guzmán se ganó los aplausos de sus compañeros, incluyendo a quienes no lo apoyaron en el proceso electoral. Ante funcionarios estatales, diputados locales como Ricardo Moreno Arcos y Carlos Álvarez Reyes, el dirigente sindical expresó un amplio reconocimiento al Gobernador del Estado por el apoyo que le brindó a los trabajadores; que fue de menos a más: pero los resultados están a la vista, dijo.
Por su parte, el mandatario estatal agradeció las muestras de reconocimiento y se ganó la primera salva de aplausos al comentar que se ha hecho una costumbre el llamado bono sexenal, que se otorga a los trabajadores cuando concluye una gestión estatal.
Recordó Torreblanca Galindo que hace seis años el bono sexenal fue de mil 500 pesos. Previniendo estas inversiones de apoyo al trabajador, en esta ocasión el bono será de dos mil 250 pesos para todos los trabajadores. Esto fue debidamente correspondido por un fuerte aplauso de los asistentes.
El Gobernador anunció también una inversión inicial de 40 millones de pesos para casas de trabajadores, lo que fue también recibido con gran beneplácito y aplausos. El SUSPEG, cuenta con un terreno ubicado al norte de Chilpancingo donde comenzará a construirse un núcleo habitacional, como primera etapa.
Otro personaje que también recibió gran cantidad de aplausos al ser presentado, fue el ex Secretario General del SUSPEG, Luís Román Miranda, quien dejó una excelente imagen por el trabajo hecho durante sus cuatro años de gestión sindical. Por la tarde, el Gobernador encabezó la macro posada para los trabajadores del sector central, que atiborró de mesas, sillas y grandes manteados la explanada del palacio de gobierno, donde se disfrutó de un gran reventón.
Entre la nostalgia de la despedida y la alegría por las fiestas decembrinas, el ambiente festivo sirvió para que el Gobernador se despidiera de sus compañeros de trabajo que lo secundaron en estos seis años, y que finalmente se convencieron de que en ese lapso de tiempo trabajaron con un buen jefe, pese a los malentendidos de los primeros meses.
Le deseamos a todos los trabajadores del SUSPEG, que laboran en los tres poderes estatales, paraestatales y los Ayuntamientos, una feliz navidad.
EL CONFLICTO DE LA PAROTA.
El candidato de la coalición Guerrero Nos Une, Ángel Aguirre Rivero, seguirá analizando con mucho cuidado el asunto de La Parota; pero sobre todo con estudios serios y alejados de la política, que están siendo elaborados por los expertos de la Comisión Federal de Electricidad, y ambientalistas de prestigio como el Doctor Octavio Climeck. Pese a que así lo han querido hacer ver muchos de sus antagonistas, Aguirre Rivero no ha dicho ni sí, ni nó, a ese megaproyecto.
Los diez puntos que le propuso Andrés Manuel López Obrador como condición para darle su apoyo serán debidamente matizados para adaptarlos a nuestra entidad. No son malos estos, pero algunos no se pueden aplicar en Guerrero como la beca mensual de 700 pesos a cada estudiante que, si bien, se aplica en la ciudad de México, no se puede comparar el presupuesto de la capital del país, con el de nuestro estado.
Aguirre Rivero hizo bien en no contravenir inicialmente la propuesta de López Obrador; porque este dirigente político cuesta por lo menos cincuenta mil votos duros en Guerrero. Es de esperarse que el domingo próximo, cuando encabecen una gran concentración en Acapulco, ya se hayan construido los acuerdos pertinentes.
El proyecto de La Parota tiene cosas buenas y otras malas como todo en esta vida; por eso debe ser objeto de un cuidadoso análisis antes de embarcarnos en él.
Lo bueno: generará mucha electricidad para los mexicanos, garantiza diez mil litros de agua por segundo para abastecer a Acapulco, habrá una derrama de por lo menos mil millones de euros para generar diez mil empleos directos durante cinco o seis años que duraría la construcción del proyecto. El vaso de La Parota sería un desarrollo turístico impresionante que generará más de mil 500 empleos estables, cuando se encuentre funcionando.
Ahora viene lo malo: La UNAM realizó un estudio y no recomienda que se construya esta presa, ya que estamos en un terreno de alta sismicidad cuyas placas no han liberado energía suficiente en los últimos veinte años, por lo que se pronostican terremotos de hasta diez grados, que podrían colapsar la cortina de esta presa con resultados funestos para una gran zona de Acapulco.
Otra desventaja: los técnicos de la CFE no saben manejar estas obras de manera eficiente, lo que se demostró este año en el norte del país, donde el exceso de agua por las lluvias atípicas, obligó a que se abrieran las cortinas inundando grandes cantidades de territorio con enormes daños para la población. Ahora no fueron las lluvias y la naturaleza sino quienes manejan esas presas, los culpables del desastre. Existen otras desventajas que iremos comentando más adelante.
manueltello2002@yahoo.com

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