PACATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

REVOLUCIÓN TORTILLERA

“Donde menos se espera salta la liebre…
Poco le queda al sector social menos favorecido de la población, para sentirse apenas convencido con el cantado “bienestar para la familia” que asegura proporcionar el gobierno de cualquier jerarquía ejecutiva en el país en sus fallidas promociones, por tratarse de un inagotable cauda de promesas incumplidas que quedan en simple “atole con el dedo”.
Por el contrario, los constantes aumentos destacadamente en artículos de primera necesidad o consumo indispensable como gasolinas, aceites, refacciones, energía eléctrica, gas doméstico, papel de baño, medicamentos y huuu, el resto…además de alimentos de consumo indispensable diario, como el pan blanco de hasta un 50 por ciento, el de dulce con un 30 por ciento, las verduras y frutas, la carne y ahora las tortillas en propuestas imparables, dejan constancia que la tristemente célebre “canasta básica” se convierte en inalcanzable a la luz del miserable mini salario irremisible por esa clase política, encabezada por pseudo representantes del pueblo conocidos como diputados y senadores, más por los estratosféricos estipendios que cobran inmerecidamente, al no cumplir con las amplias facultades que les otorga la Constitución, que sólo usan como papel del baño y para extender la mano por el plato de lentejas que les arrojan los magnates del dinero para que sigan siendo sus lacayos.
Ahora los tortilleros del montón, no los grandes monopolistas que según la secretaría de economía de don Bruno Ferrari no existen, han declarado una rebelión contra autoridades amorfas y simuladoras que, guardando toda proporción podría representar el despertar de una revolución de los de abajo, enfrentada a un desgobierno que somete a los pobres a condiciones infrahumanas de vida, por el manejo arbitrario de precios en alimentos, vestido, rentas, gas doméstico y energía eléctrica., y también autoritario sobre los derechos humanos y las garantías constitucionales al privarlos del verdadero ejercicio democrático con elecciones manipuladas que les permiten mantenerse en el poder a pesar de su irrecusable incompetencia.
Por eso Lorenzo Mejía, de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías, anunció por el simple hecho de lo irremediable, el aumento a las tortillas de 8 a 12 pesos para acalambrar a la población por el inevitable incremento provocado por en el precio del maíz de 3 mil 150 pesos la toneladas a 3 mil 700 ó 4 mil pesos, sin que el secretario de Agricultura, Francisco Mayorga se tibie, a pesar de superarse las cosechas a 25 millones de toneladas; además de los asfixiantes pagos del agua, la CFE, el IMSS y Hacienda que expolian la cadena productiva, mientras grandes consorcios acaparadores como Cargill y Gruma encabezados por Javier Rodríguez Mejía y Roberto González Barrera, son favorecidos por el gobierno federal con programas como “Proharina” con 2 mil millones de pesos y más, todavía monopolizan la materia prima provocando una escasez ficticia para aumentar los precios de la tortilla, como lo hicieron antes de 5.50 a 8.00 y 9.00 pesos para acrecentar sus ya de por si bastas fortunas que; excusa el secretario de economía (?) Bruno Ferrari, con un sí, habrá un aumento, pero nada más tantito. A ver hasta adonde llegan!
BALA PERDIDA.
Menudo torito le echaron al procurador de justicia capitalino Miguel Ángel Mancera, quien según el abogado David Peña de la familia de la defensora de Derechos Humanos y colega que fuera, Digna Ochoa Placido, victimada de un balazo en la cabeza en oscuro suceso dentro de su despacho que, asegura fue una vil ejecución a pesar de presentarse como suicidio por el inveterado ex –procurador Bernardo Batiz, “nada de a muertito” ante las irrebatibles pruebas técnicas, químicas y médicas presentadas por el profesor Jesús Ochoa, y promete sin compromiso “estudiarlas concienzudamente”, por lo que seguramente acudirán nuevamente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ya rebatió la extraña conclusión existente…En fín!. 

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