UN CRISOL DE AMOR

“Lucy I”, la Reyna que rebasó límites


* Desde que nació la divinidad ha estado con ella y el universo ha conspirado a su favor

Por: Glendobeth Gutiérrez Castrejón*

Hay quienes creen en el destino, que nada surge como producto de la casualidad, que todo está previamente determinado por Dios y, aunque al respecto hay ideas divergentes, en definitiva todo lo que pasa sobre la faz de la tierra tiene una gloriosa razón de ser, desde las situaciones dolorosas, hasta los momentos bellos que por ningún metal precioso se cambian.

Descendiente de un humilde campesino y pescador del hermoso pueblo de El Guineo, municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero y de una mujer del hogar que todos los días asiste a la cabecera de su municipalidad a vender la fauna de la represa; Lucia Villalba Gutiérrez es más que una simple hija, hermana, amiga o compañera, es toda una esplendida creación terrenal que lleva en sí misma las cualidades más puras de una mujer chapada a la antigüita, con toques exquisitos de la modernidad.
De su padre Carmelo Villalba y su madre Aurora Gutiérrez, tiene estocadas admirables que la hacen sentirse afortunada de la estirpe que le asignó el Creador, pues gracias a ello tiene un arraigo profundo en su preciada familia que le mostró lo bueno y lo malo, habiendo ella elegido los valores más preciados de la sociedad.
En lo que fue la Escuela Secundaria General “Plan de Ayutla”, formamos parte de la generación 1992-1995, ahí la empecé a tratar en el segundo año, la observaba la mayoría de las veces llegar con toda la parvada de La Unión, la vi convivir al lado de jovencitas destacadas y estudiosas como: Rosario Naves, Judith Nava, Edith Patiño, todas ellas señoritas dedicadas a su formación integral y afectas a jugar fútbol.
En tercer año pudimos convivir mas, en su mirada se podía observar la fraternidad con la que desde siempre trata al mundo, un mundo en donde con naturalidad ha destellado la belleza de su alma; en su voz melodiosa, que nada le envidia al trinar de las aves, se apreciaba el timbre que se genera cuando las primeras gotas de la lluvia hacen música sobre la florezca y dan vida a los arroyuelos y ríos.
Después toda esa generación egresó, cada quien tomó caminos diferentes, a sus 15 primaveras se fue para Las Vigas, municipio de San Marcos, Guerrero, a estudiar la Escuela Preparatoria, bajo la tutela de una gran tía, sus condiscípulos la hicieron jefa de grupo, después, regresó a Ayutla para cursar el tercer semestre en la Escuela Preparatoria Ricardo Flores Magón, donde no tardo en figurar.
Justamente en ese año la administración municipal determinó que la Reyna de los Festejos del Primero de Marzo, que se realizan año con año desde 1954 para conmemorar el aniversario del inicio de la Revolución de Ayutla, saliera por primera vez de ese templo del saber que lleva el nombre de uno de los combatientes que se enfrento con ferocidad al régimen porfirista y que pese a ser encarcelado, con su pluma plasmó en Regeneración su pensar que fue leído a nivel nacional.
Fue entonces que la “prepa” realizó un concurso interno para elegir de entre sus cartas fuertes a quien ese año tendría que engalanar los festejos del Primero de Marzo, del 24 de febrero al 1 de marzo, la preparatoria lanzo su convocatoria y surgieron dos contrincantes que en ningún momento mostraron serlo, pues la hermandad en ideales siempre estuvo por encima.
Un día charlando salió el tema de su experiencia:
—¿Por qué piensas que te eligieron?, le pregunté.
—¡Fue un complot en mi contra!, responde sonriendo.
—¿Por qué complot?
— Porque todos pidieron que participara y yo no quería, me daba pánico escénico
—¿Qué fue lo que te motivo aceptar la candidatura?
—Vivir la experiencia de estar en un evento de la escuela, por divertirme (por qué no pensaba que llegaría a ser reyna) y por aportar el dinero que se recabara mediante la venta de fotos, votos y otras actividades, a la construcción de las aulas de la preparatoria Ricardo Flores Magón.
Definitivamente no se trato de un complot, ni fue producto de una casualidad, mas bien fue una sabia decisión por parte de quienes la llevaron al cetro en 1997 cuando estudiaba el cuarto semestre, por primera vez en su historia aquella institución de la cabecera municipal rebosó de júbilo, alumnos y maestros no podían ni querían negar sus emociones, se sumaron día a día más seguidores y las porras emotivas al eco de: “Lucy, Lucy…”, estuvieron en toda su magnificencia.
—¿Quién fue tu antecesora y que cualidades le viste?
—Aurora Meza, me pareció una chica muy amable y sociable.
—¿Qué tienes que decir de tu sucesora?
—Vanessa me pareció sencilla y amigable.
— ¿El haber sido reyna te ha dejado algo bueno en tu vida?
—Fue una bella experiencia, conocí a mucha gente, hice nuevos amigos y me divertí.
Han pasado algunos años en los que se ha dado la oportunidad de platicar con quienes la conocen desde niña, desde quienes la vieron nacer en La Unión y dar sus primeros pasos en El Guineo, sin embargo siguen teniendo presente su modesto curso de vida, recuerdan con cariño y gratitud a quien les tiene en su mente y corazón.
Quiso Dios desde sus 3 años de edad se fuera a vivir con su abuelita materna a La Unión, quien desde recién nacida la había pedido como compañerita porque entre otras razones la bebé le recordaba a una de sus hijas, aun así el contacto con sus padres y con sus 11 hermanos y 4 hermanas continuó siendo estrecho como hasta la fecha lo es, si en algo se caracteriza su familia, es precisamente en ser de trabajo, en fomentar la unión que les ha permitido estar juntos en las buenas y en las malas.
Después de concluir la preparatoria se trasladó a Cuernavaca a estudiar la Licenciatura en enfermería en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, ahora bajo la tutela de una tía muy querida, llegó el momento en que para costear algunos de sus gastos estudiantiles tuvo que trabajar, en vísperas de concluir el servicio social y al saber publicaron una convocatoria para ir a Alemania, se inscribió, con alegría recibió la buena noticia y voló en avión para estar 6 meses en el continente Europeo en una clínica privada de oncología.
Lejos de la familia, del idioma, la cultura, las comidas y el “chilate embrujador”, estuvo en aquel país, para lograrlo tuvo que aprender el idioma, y regresó con la humildad que le caracteriza, no perdió el piso, al contrario, llegó con los pies bien puestos sobre la tierra y sus orígenes bien arraigados.
De entre todas las virtudes que le resaltan podría mencionar muchas, como el hecho de no hacerse la importante, ni esmerarse por llamar la atención pasajera de los engatusadores, ni para atraer todas las miradas de quienes sólo ven el exterior, su simpatía es natural, ella es importante por qué lo es, la riqueza que porta está en su interior y lo que se encuentra por fuera está como debe de estar, así como lo hizo Dios, puro y perfecto.
Esa es Lucia, la mujer que brilla por su esencia, la mujer que no es necesario mirar de los pies a la cabeza para detener la mirada en partes medias, pues la atención de nuestras miradas se concentra en la luz de sus ojos y la voz de su alma y corazón.
Lucia ha cruzado las fronteras de El Guineo para estar en La Unión, Ayutla, Las Vigas, Cuernavaca, Alemania, pero sobre todo, cruzo las barreras de la vanidad para quedarse anclada en los territorios de la humildad y del corazón de todas las personas que le conocen y toman en cuenta su valor como amiga, ser humano y mujer.
*glendobeth@hotmail.com

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