DELINCUENTES POR VOCACION

Por Crescenciano Morales Moreno

Una de las técnicas criminalísticas orienta al investigador a cuestionarse quién o quiénes se benefician con los efectos del crimen, para dar con el paradero del o los delincuentes.
Hace menos de tres días los medios de comunicación provocaron un escándalo nacional por una conversación telefónica intervenida entre el senador con licencia y candidato a gobernador, Angel Aguirre Rivero y su homóloga la senadora zacatecana Claudia Corichi, donde ésta le manifestó su apoyo y reconocimiento como abanderado de la Coalición Guerrero nos Une.
El artículo 177 del Código Penal Federal, dice: “A quien intervenga comunicaciones privadas sin mandato de autoridad judicial competente se le aplicarán sanciones de seis a doce años de prisión y de trescientos a seiscientos salarios diarios de multa”.
Los asesores de Manuel Añorve Baños, por medio del comité estatal del PRI, presentaron una denuncia ante la Fiscalía Especial para Delitos Electorales contra Aguirre y Corichi por presunta apología del delito, sustentándose en que la senadora ofreció enviarle al candidato Aguirre,  “cien locos a lo más cabrón de las votaciones para hacerlo ganar o aumentar los porcentajes”, pero la histeria del pánico añorvista aflora cuando manipulan los términos “libros y dulces” de la conversación equiparándolos con dinero, sin aclarar quien tiene el código que descifra ese significado.
Es evidente que los integrantes del equipo de Añorve Baños se asustan ya hasta con sus sombras al caminar, pero perversamente cometen el delito de intervenir comunicaciones privadas para tender cortinas de humo pretendiendo ocultar los otros delitos en que ha venido transitando su campaña, como la cobarde agresión a Guillermo Sánchez Nava y los que más adelante puedan cometer.
La incautación de un trailer con cuarenta toneladas de despensas del DIF del estado de México, por autoridades ministeriales del puerto de Acapulco es fehaciente, no hipotético como el de “los locos”, que así llaman en Zacatecas a los jóvenes activos y participantes, como en Guerrero llamamos a los nuestros zancas, batos, primos o de otra forma regionalista que dan los usos y costumbres.
Nadie puede afirmar con seguridad la presencia de personas inductoras de la voluntad ciudadana si el acto de votar se hace en las mamparas, en secreto, cerca de los funcionarios de casilla, ante observadores y con un operativo en el que participarán elementos del ejército, la marina, policías federales y estatales, debido a un convenio celebrado entre el gobernador Zeferino Torreblanca, los Secretarios de Gobernación y Seguridad Pública federales.
No obstante tras las calificaciones populares de que los añorvistas y sus asesores son delincuentes por vocación, se están organizando brigadas ciudadanas para evitar que en lugares aledaños a las casillas se den la compra del voto, la coacción o cualquier otra actividad que inhiba la votación. No deja de tener presencia el recuerdo de “los hombres de negro” que en las elecciones municipales de Acapulco impidieron a los votantes el acceso a las urnas, situación que en este proceso parece que se les revertirá legalmente.
Se percibe la decisión ciudadana de votar y cuidar el valor de cada voto, porque el escándalo de la conversación telefónica intervenida terminó por quitar la máscara a quienes denuncian apología del delito sustentándose en un acto delitivo.
El Código Penal Federal también contempla: “Carecen de todo valor las comunicaciones que sean obtenidas y aportadas en contravención a las disposiciones señaladas en este Código”. La libertad de comunicación también es un derecho humano, no permitamos que continúen atentando contra él.