Por José Nava Mosso
Hace unos meses escribí un artículo sobre las razones y argumentos de la creación de candidaturas ciudadanas, lo que se busca con esta figura —no contemplada por el IFE— que los partidos políticos no tengan el monopolio de la representación ciudadana: Que no sean sólo los partidos los que puedan postular candidatos.
En Guerrero la población ya adoptó por de facto la candidatura ciudadana de Ángel Aguirre Rivero, porque si bien es cierto está postulado por el PRD, PT y Convergencia; no está militando en ninguno y renunció a su militancia priista de mas de 20 años
Su aspiración ya rebasó a los partidos políticos y esto se confirmó ayer con la declinación del candidato del PAN Marcos Efrén Parra Gómez
A cuatro días de que se suscite la jornada electoral, la sociedad —personas mayores de 18 años—, ya definió a favor del candidato de la coalición Guerrero Nos Une Ángel Aguirre Rivero.
El Ángel de Guerrero —como lo conocen muchos— es un candidato ciudadano por el hecho de que campesinos, amas de casa, estudiantes, trabajadores, militantes de todos los partidos políticos y sociedad civil van a razonar su voto por el postulante y no por los institutos políticos.
En contra parte tenemos a un candidato del PRI Manuel Añorve que la noticia le cayó como balde de agua hirviendo, desesperado grita en el desierto y clama apoyo.
Hoy los guerrerenses no quieren al candidato del PRI Manuel Añorve, alguien que siempre vendió su imagen como aquellos productos que se anuncian en televisión en la madrugada como grasas reductoras, shampoo contra la calvicie y otros productos de charlatanería.
No quieren a un candidato como Manuel Añorve que insiste tratar a la gente como menores de edad e insultar la inteligencia de la gente.
Los guerrerenses tienen el poder ciudadano, no tienen miedo y seguramente lo van a demostrar el 30 de enero saliendo a las urnas y depositar su sufragio de manera razonada por Ángel Aguirre Rivero el candidato ciudadano.
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