MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo   

*** Visualiza Jorge Salgado unidad del PRI para 2012.

Pareciera que no, pero efectivamente, después de las elecciones del 30 de enero, el Priísmo de Guerrero podría entrar en una etapa de reconciliación, en aras de consolidar la unidad, de la que hoy no disfrutan, porque, hay que decirlo, no solamente 11 representantes populares, sino miles de priístas están apoyando a Ángel Aguirre Rivero, candidato de la coalición Guerrero nos une, conformada por los partidos PRD, PT y Convergencia.
Por eso las declaraciones del ahora diputado independiente, Jorge Salgado Parra, tienen mucho sentido. Y lo tienen, porque en éste momento no existen las condiciones para que los supuestos expulsados de las filas del PRI inicien una defensa de sus derechos políticos al seno de ese Partido Político. De entrada, porque quienes hoy ostentan los cargos de dirigencia estatal y nacional, siempre mostraron su entera y total parcialidad para favorecer a Manuel Añorve Baños con la candidatura a Gobernador.
No es un secreto. Tanto Beatriz Paredes Rangel, líder nacional, como Efrén Leyva Acevedo, dirigente estatal, siempre trabajaron para consolidar y afianzar la candidatura de Manuel Añorve, sin importarles los riesgos que esto conllevaba y que hoy se ven reflejados en una enorme fractura del PRI de Guerrero, y que dicho sea de paso, les podría costar una estrepitosa derrota el 30 de enero próximo.
En ese sentido, las condiciones no están dadas para una defensa de los derechos políticos de los priístas expulsados, tal y como lo refiere Jorge Salgado Parra. Y no lo están, porque la dirigencia priísta se erigiría como juez y parte, lo que contaminaría y enlodaría más dicho procedimiento.
A decir del legislador representante del XV distrito local, la llegada de nuevos dirigentes al PRI nacional y estatal, podría ser el mejor escenario para que los priístas de Guerrero se reencuentren. Y de hecho, el 4 de marzo próximo, Beatriz Paredes habrá de ceder el cargo al nuevo líder nacional, Humberto Moreira Valdés, de quien se dice, viene con todo a fortalecer el proyecto del gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, el que buscaría llevar de regreso al PRI a los pinos.
De igual manera, en Guerrero se habla de que después del proceso electoral, y una vez finiquitado su periodo, Efrén Leyva podría ser relevado en el cargo. Lo cual, hay que decirlo, sería una excelente noticia para el Priísmo Guerrerense, puesto que el ex alcalde de Chilpancingo goza de una pésima imagen y una escasa aceptación entre la ciudadanía. Además de que su llegada, fue una nefasta y absurda imposición.
Ya en un escenario, con nuevos dirigentes en el PRI y teniendo enfrente las elecciones del 2012, en donde estará en juego la presidencia de la república y  todo el pastel del estado, lo que parecería convenir más al tricolor es apostarle a la unidad y a la reconciliación, en vez de sacar la guillotina.
En lo particular, se antoja sumamente difícil que el PRI se diera el lujo de menospreciar a los priístas que hoy apoyan a Ángel Aguirre Rivero. Más aún, cuando las elecciones cada vez son más competidas y cerradas. Por eso, tienen sentido las declaraciones del diputado Jorge Salgado Parra. A menos, que los nuevos líderes le apuesten a hacer más grande la herida. Eso se antoja, poco probable. Esa es la cuestión.
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