miércoles, 19 de enero de 2011

OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata 

LOS AVATARES DEL DEBATE
Con gran éxito, el Instituto Electoral del Estado de Guerrero realizó ayer de manera institucional, el primer debate entre candidatos a la Gubernatura del Estado, en la que participaron el Senador con Licencia Ángel Aguirre Rivero (coalición Guerrero Nos Une); el Doctor Manuel Añorve Baños (coalición Tiempos Mejores para Guerrero) y el Contador Público Marcos Efrén Parra Gómez (Partido Acción Nacional).

Todo empezó bien, pero de inmediato Añorve Baños se quitó su bata y comenzó a tirar golpes a diestra y siniestra buscando noquear en el primer round a su odiado rival y ex primo, Aguirre Rivero. Sin embargo, sus golpes se perdieron en el aire, porque el contendiente se negó a subirse al ring hasta que lo consideró necesario.
Por su parte, Marcos Efrén Parra se limitó a comer lo que le dejaban los grandotes. Tiró golpes en ráfaga a ambos; pero como no creció a lo largo de la campaña, los ex primos no le hicieron el menor caso a lo largo del debate. Es necesario hacer una reforma para que en adelante solo participen en este, los dos candidatos que vayan arriba. Marcos fue un simple convidado de piedra. Pobre.
Se debe reconocer la buena participación que tuvo nuestra colega, moderadora del acto, Lisset López Curiel, quien no permitió que los contendientes tiraran golpes bajos, algo que seguramente molesto más a Manuel Añorve que a su ex primo, cuyo carácter afable le permitió mantenerse sereno en todo momento, algo que no pudo hacer Añorve.
Los golpes de este no tuvieron contundencia alguna porque son los mismos que ha usado a lo largo de la campaña, trillados y carentes de sustento, por lo que mejor se le fue a la yugular y con todo, al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, al decir repetidamente que el gobierno perredista generó muchas expectativas y no las cumplió; que no sabe gobernar, etc..
En su miopía política, Añorve se olvido de que cuando era alcalde de Acapulco se tiraba de alfombra al paso del mandatario estatal, de quien declaraba públicamente que era el mejor gobernante que ha tenido Guerrero.
Sin embargo, á Aguirre Rivero no se le olvido y supo refrescarle la memoria a su ex primo diciendo: “La verdad es que a veces no entiendo al candidato del viejo PRI, hasta hace unos meses le echaba 20 mil porras al gobernador Zeferino Torreblanca, emanado del PRD; hasta le decía JEFAZO, como una vez me dijo a mí, hoy ya no”.
Esta falta de congruencia en Manuel Añorve lo llevó a despeñarse diciendo mentiras a lo largo del debate. Acusó a su primo de haber sido el gobernador más represivo, por lo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dijo, le giró más de 900 recomendaciones en sus tres años de gobierno. Añorve debe regañar a sus asesores, porque lo exhibieron en el debate como un soberano mentiroso e ignorante.
En sus veinte años de creación, la CNDH ha girado un total de dos mil 137 recomendaciones, un promedio anual de 106, y la gran mayoría de ellas fueron dirigidas al gobierno federal. Los Estados en conjunto recibieron un promedio de 27 recomendaciones anuales, por lo que en tres años, Aguirre Rivero recibió no más de treinta recomendaciones. El gobernador que ha recibido más de estas, sobre todo por la matanza de Aguas Blancas, es Rubén Figueroa Alcocer, padrino político del debatiente priísta.
Las más de 900 (recomendaciones) que supuestamente le giraron a Ángel, existen solo en las mentes calenturientas de los asesores de Añorve Baños, quien quedó en ridículo con esta falsa apreciación.
A lo largo del debate, Angel Aguirre disparó pocos golpes privilegiando a la propuesta; pero a insistencia del autodenominado “chaparrito .abrón”, tenía que responder, como lo hizo al decir: “Cuando fui gobernador interino, hubo quien fungió como mi secretario de Finanzas y fue testigo de que durante mi administración no incrementamos un solo peso la deuda pública, hoy el ayuntamiento de Acapulco en menos de dos años, han tenido una deuda pública de casi mil millones de pesos ¿Dónde están las obras; dónde se han aplicado eso recursos? ¡Qué lástima que nunca aprendió la lección!”.
Obviamente, el cuarto de Guerra del PRI ya tenía listo toda una estrategia del posdebate. De inmediato empezaron a correr la versión en prensa, radio y televisión, de que Manuel Añorve había ganado el debate. Para su mala suerte, este fue visto y escuchado por miles de guerrerenses que no se tragan este garlito.
No cabe duda: el alumno no ha superado al Maestro y a como van las cosas, jamás lo hará porque a una ambición extrema, le suma un equipo de pésimos asesores que en conjunto actúan de mala fe y quieren ganar con violencia lo que no podrán obtener en las urnas: el voto de los guerrerenses, que a estas alturas ya está bien definido. Al tiempo.
manueltello2002@yahoo.com

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