Historias de amor, sexo y lujuria
Ángel Aguirre Rivero, gobernador electo de Guerrero, asumirá el poder constitucional del estado este viernes primero de abril, en medio de una atmósfera de expectativa, ambigüedad y duda, derivada de la forma en que finalmente quedará integrado el gabinete que lo acompañará en las próximas tareas de gobierno.
En las últimas semanas, en distintos sectores de la sociedad se han expresado inconformidades motivadas por las filtraciones de nombres que ya están considerados para asumir algunos de los cargos más importantes de la nueva administración pública estatal.
Uno de los nombramientos que ya ha causado desencanto del nuevo mandatario, es la imposición en la Secretaría de Turismo de una gente recomendada por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Este nombramiento lesionó profundamente el gremio turistero que tenía la confianza en que Aguirre nombraría a Sergio Salmerón, un empresario que confió en la palabra del ahora gobernador electo y le dio todo su apoyo con tal de que el sector fuera representado por alguien que toda su vida la ha dedicado al turismo aquí en Guerrero.
En lugar de atender la solicitud del sector turístico, Aguirre les presentó la propuesta que le hizo Marcelo Ebrard en la figura de Graciela Báez, una ex funcionaria del Distrito Federal, amiga personal del secretario de turismo del DF, Alejandro Rojas Díaz Duran, amigo muy íntimo y querido de Marcelo.
La imposición de esta funcionaria fue un acto ofensivo contra los turisteros, a los que se denigra, pues se les hace ver como pequeños, faltos de preparación e incapaces de representarse. Comentan que Aguirre le ofreció a Salmerón el segundo lugar y dos espacios más, pero de forma digna, el empresario que le prestó sus oficinas de playa suites durante la campaña, las rechazó. Y es que el señor Salmerón no estaba buscando chamba sino que trataba de recuperar el sector para beneficio de los turisteros de Guerrero. Tenía proyectos y tenía propuestas. Aguirre prefiere quedar bien con Marcelo que con los guerrerenses que votaron por él.
Así pues, al nombramiento impuesto a Aguirre por Marcelo, se suma la crisis que está padeciendo este sector con la cancelación del tianguis turístico de Acapulco. Este es el recibimiento que le da Calderón al nuevo gobierno de Guerrero.
Otro de los problemas que tiene que sortear Ángel Aguirre, es con la designación del titular de la Secretaría de Salud, donde el gobernador Zeferino Torreblanca, en un acto de extrema revancha, acaba de ordenar la inhabilitación del senador Lázaro Mazón para que pueda ocupar cargos públicos. Mazón es el principal prospecto para ocupar esa Secretaría pero tiene en su contra la insurgencia desatada por los apoyadores del hermano del gobernador el doctor Rafael Aguirre. Lo que sucede es que desde un principio el nombramiento de Lázaro Mazón fue cuestionado por el sector salud, pues no sienten que los represente debido a que casi no ha ejercido la profesión en los últimos años por dedicarse a la política. Sin embargo, aún cuando Rafael Aguirre es un excelente médico y una persona bien intencionada, legalmente metería en problemas a su hermano, pues se le acusaría inmediatamente de nepotismo. Algo a lo que la sociedad es muy sensible y asocia con corrupción. Lázaro Mazón tendrá que usar mucho talento político para mantenerse en esa posición.
En el mismo sentido van los cuestionamientos contra otros de los prospectos filtrados como son Alberto López Rosas, en el cargo de procurador de justicia. De Alberto hay que decir que es un abogado capaz y moralmente solvente. Los ataques que se han suscitados en su contra no son generalizados, sino más bien, provenientes del feneciente gobierno de Zeferino Torreblanca, quien ha intentado de todo para afectarlo en los últimos años. Que se sepa, Alberto López Rosas no tiene, hasta ahora, señalamiento alguno en su contra por parte del sector que le toca representar.
Un caso distinto es el de Sofío Ramírez, a quien inicialmente ubicaban en la Secretaría de Desarrollo Rural, pero lo cierto es que ese nombramiento parece no interesarle pues prefiere continuar como diputado federal, cargo del que no ha pedido licencia. Así que los que le han lanzado misiles degradantes desde el anonimato pierden el tiempo.
Sigue en esta lista de cuestionados, Marcos Matías, quien fue mencionado para ocupar la cartera de la Secretaría de Asuntos Indígenas. A Marcos Matías de plano se ve que no lo quieren y más que un factor de unidad indígena ha causado división y encono de varias agrupaciones. Al menos esa es la percepción que se ha creado, pero también, casi es seguro, de que esta situación ya fue atendida.
En buen plan, Ángel Aguirre debería poner más atención y mostrar mayor sensibilidad a las distintas expresiones que se han generado por los futuros nombramientos de los recomendados de Marceo Ebrard. Debe tomar en cuenta que los guerrerenses votaron por él y no para que el jefe de gobierno del DF, mande a sus ex empleados a ocupar los cargos que corresponden a los guerrerenses. Es un mal comienzo y una afrenta a la gente de Guerrero el que se le imponga como funcionarios a quienes vienen recomendados de otra parte a conquistar a los salvajes del sur. Una salida apropiada, si es que el gobernador electo quiere agradecerle a Marcelo, es que sus recomendados que vienen por la chamba, ocupen las segundas carteras y dejar que los guerrerenses atiendan a los guerrerenses. Aún se está a tiempo de corregir y de enderezar el nuevo horizonte para Guerrero.
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