LA RUEDA DE LA FORTUNA


Guillermo Sánchez Nava: ¡Justicia!

Guillermo Sánchez Nava, conocido como “Sam”, fue agredido feroz y brutalmente el pasado 11 de enero por gente cercana al PRI, que impunemente arrancaban y despegaban la propaganda del candidato a la gubernatura del estado de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, de la coalición “Guerrero nos Une”. El Sam era en ese momento representante del PRD ante el Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEGG).
A raíz de la tremenda y bestial paliza propinada al perredista, hoy sufre la peor de las cosas postrado en una silla de ruedas. De acuerdo a la versión de Saúl López Sollano (El Sur, 20 de abril de 2011), amigo desde hace varias décadas y compañero en la lucha social y universitaria de Sam, señala:
La visita del fin de semana a Guillermo Sánchez Nava en el Hospital Nacional de Rehabilitación de la ciudad de México cambió todas mis expectativas políticas y de vida. A veces es necesaria una sacudida para reflexionar, reordenar las ideas y tomar nuevas decisiones. Ver a Sam, el incansable luchador por la unidad, el político e intelectual orgánico partidario; el hasta hace muy poco representante del PRD ante el IEEG; verlo sentado en silla de ruedas, convertido en un inválido indefenso, me cambió la perspectiva de la política, en la coyuntura y la visión de largo plazo. Me cimbró, me sacudió hasta lo más profundo de mi ser y de mi conciencia…(….)Para darse una idea de lo que representa baste decir que cerca de diez familiares tienen que estar día y noche brindando atención sin despegarse de él un solo minuto, no sabemos por cuanto tiempo, ni las dificultades y problemas que se vayan a enfrentar, lo que sí se prevé es el largo plazo. Para sus amigos y compañeros de ahora y siempre, que provenimos de las luchas estudiantiles, de los movimientos sociales de los 1970 y 1980, del movimiento cívico, del PRD y subsecuentes es una pérdida irreparable por su papel de organizador, de memoria histórica y de mediador en conflictos de todo tipo. Para el PRD sin duda también representa una gran pérdida, por ser parte permanente de su Comité Político y un cuadro siempre presente en todas las luchas, discusiones y contiendas políticas y electorales por las que fue agredido al cuidar el proceso electoral del que salió triunfante Ángel Aguirre Rivero. De nueva cuenta la pregunta: ¿valió la pena su sacrificio?
Es una pregunta que solo el diablo podría contestar. Para empezar, sus agresores provienen del PRI, lo cual es innegable, y obviamente esos jóvenes priístas destacados para arrancar la publicidad de Aguirre Rivero, fueron elegidos por alguien y ese alguien tiene nombre y apellido, si es que fue uno, pero si son más, entonces tendrán nombres y apellidos. Chilpancingo no es tan grande como para no ubicarlos nominalmente, a ellos y a su (s) jefe (s).
No obstante, a poco más tres meses de haber ocurrido este hecho ruin y cobarde, los malandrines golpeadores y demás, siguen muy campantes, lejos de la justicia. Con el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, se entendía la impunidad de los malhechores, pero con el nuevo y su flamante procurador Alberto López Rosas, esperemos que la situación de impunidad que caracterizó al estado de Guerrero por muchos años, si bien es cierto que no la erradicará, al menos sea tenazmente combatida, ya que esos golpeadores priístas deben ser encarcelados, igualmente quien dio la orden. Sabemos que no es tan fácil desarrollarlo por los callos que se pisarán, pero de que se tiene que hacer, se tiene que hacer, solo así, se empezará a creer en la justicia guerrerense y además para diferenciar la Justicia anterior con la que se tiene….HASTA PRONTO.
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