Al fin se consumó la destrucción, le ganaron a Juan Álvarez

Por Jorge Luis Falcón Arévalo/ Grado Cero Press

Atoyac de Álvarez, Gro.- Juan Álvarez Hurtado de Luna nació el 27 de enero de 1790, en el barrio de la Tachuela, región comprendida de la entonces población de Santa María de la Concepción de Atoyac (hoy Atoyac de Álvarez), Guerrero.
Se distinguió en muchas acciones de guerra, especialmente en el Aguatillo y la Sabana, en la que quedó herido en ambas piernas. En el asalto de Tixtla, en la Batalla de El Veladero. Cuando Morelos fue fusilado, se sumó a las fuerzas de Vicente Guerrero, quien combatía a las tropas realistas en las montañas del sur de la intendencia de México.
En el repliegue insurgente peleó junto a Guerrero la Guerra de Guerrillas y ante el Plan de Iguala se le encomendó tomar Acapulco que se encontraba en poder de los realistas, lo cual logró con éxito. A partir de ahí se convirtió en caudillo y señor de la región del sur. Al hacerse intolerable la actitud política del proclamado Emperador Iturbide, combatió al Primer Imperio Mexicano y apoyó la presidencia de Vicente Guerrero, aunque no pudo evitar su asesinato.
Fue el último de los caudillos de la Independencia en morir. Sus contemporáneos lo llamaban “La Pantera del Sur”. Sus restos fueron trasladados con honores a la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México el 27 de diciembre de 1922. (Datos del Wikipedia).
La casa que habitó no tan solo Juan Álvarez, sino recordados hombres de las letras y música, ah fin vio su destrucción. Hoy domingo, quedó convertido en un •espacioso” estacionamiento, sin contar con ello, con las especificaciones de edificación y de impacto ambiental; así como carecer de las medidas de protección civil y de salud, sin dejar de obviar las higiénicas.
¿Y el papel del INAH, en la historia de Guerrero?

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