LA RUEDA DE LA FORTUNA


Conservación de forrajes, una alternativa

Como acertadamente se decía ayer en esta Columna acerca de los efectos de la época de estío que marca la producción animal: “Esta carencia de forrajes, limita fuerte e intensamente la producción animal, tanto de leche como de carne”.
Esta deficiencia nos afecta a todos nosotros cuando acudimos a adquirir productos alimenticios derivados del ganado vacuno, estos por lo general, o escasean o de plano están más caros. Sin embargo, se podría revertir una situación de escases de pastos y forrajes, previniendo una falta de estos alimentos naturales en los días difíciles y críticos como los que vivimos en estos momentos.
Me refiero a lo que ya muchos productores de ganado han oído mencionar y pocos  lo han llevado a la práctica: El Ensilado y el Henificado, que son métodos de conservación de forrajes y por tanto, que son bastante útiles para evitar sufrimientos en ganaderos al momento de gran escases alimenticia en los meses más “secos” del año, principalmente en este mes de mayo. Ambos casos pueden disminuir enormemente las mortificaciones que muchos ganaderos atraviesan hoy en día.
El Ensilado no es más que mantener el forraje por casi un mes, en un pozo bien tapado. Si se hace bien, cuando se destape se tendrá un forraje de buena calidad, en buen estado, fresco, de fácil apetencia para los animales, en fin, se garantizará la demanda de forrajes que se tenga en el rancho. No obstante, para fabricar un buen ensilado, es primordial contar con una picadora – ensiladora, el cual es un implemento agrícola que se le pega al tractor y después de este, se le une un remolque, el cual va recibiendo todo el forraje que la picadora – ensiladora va cortando y picando, para después llevarlo ya picado hasta el pozo. Cada remolque que se vacía, el forraje picado se va apisonando lo suficiente como para sacar todo el aire causante de que el producto forrajero se pudra, se apeste y que no lo quieran comer los animales. Al final y una vez lleno, el silo (o pozo) se tapa con tierra y así se deja por espacio de casi un mes para facilitar los procesos químicos que adentro se producen, lo que garantizará una buena fermentación y por lo tanto, un buen forraje, con las características alimenticias anotadas anteriormente. El cultivo del maíz y el cultivo del Sorgo forrajero, son ideales para ensilar y el estado óptimo para que estos sean cortados, es cuando sus frutos se encuentran en estado lechoso – masoso.
Es cierto que tener a la mano el equipo agrícola recomendado para este menester, es caro y dinero no se tiene, pero también es cierto, que esto se podría solucionar a través de la Asociaciones Ganaderas Locales que hay en los diferentes municipios y dejarse de echar grillas baratas que solo perjudican en realidad la producción pecuaria. Aparte de lo mencionado, el ganadero que va a ensilar, no requiere tener grandes superficies agrícolas para efectuar la siembra requerida.
El otro método de conservación de Forrajes se refiere al Henificado, que consiste básicamente en cortar el forraje en plena floración de las plantas (puede ser maíz, sorgo forrajero, zacatón, pasto elefante, etc.) y ponerlo a secar en el sol, que puede ser hasta tres días dependiendo de la intensidad de los rayos del sol. El secado deberá ser homogéneo o parejo. El chiste de esto, es que pierda agua que contiene por su estado de crecimiento. Aquí, no es necesario tener equipo agrícola, pues basta solo un machete que se tenga disponible para efectuar el corte.
Como se observa, son dos maneras prácticas de tener a la disposición forraje de buena calidad en el tiempo de escases de pastos y forrajes, y evitar así, cuestiones más drásticas como la muerte de animales… HASTA PRONTO.
www.lahojadelhumo.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario