Falconario

Por Por Jorge Falcón Arévalo/ Grado Cero Press


Pueblo sin ley

Acapulco, es Acapulco. Señala el silogismo: si Acapulco, es diversión, discotecas y fiesta; por lo mismo hay alcohol, droga y viciosos. Por lo tanto, Acapulco es degenere. Acapulco mengua.
En una fiesta particular, tú sabes a quien invitas y como los invitas. Es tu derecho. En las discotecas, bares y sitios de diversión, todo mundo tiene cabida; pero tienes el privilegio de verificar y detectar quien entra y como entra. ¿Silogismo o sinlogismo?
Japón es Japón, Disneylandia es Disneylandia. El término es peyorativo. Entre uno hay abismal distancia; pero hay avances. Pero Acapulco ha desmerecido. No se puede vivir de la fama. Todo se transforma y cambia para agradar. Acapulco no se ha transformado, ha degenerado. Su zona de diversión ha sido el libertinaje, y en ello, incurren con patrocinio quienes lo gobiernan. Luego entonces ¿Acapulco es Acapulco?

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