FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez

PÉREZ AGUIRRE: ¿CUÁL HONESTIDAD?
Conózcalo: se llama Carlos Pérez Aguirre. Fue poderoso ex secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del gobierno estatal durante el sexenio del ex gobernador Alejandro Cervantes Delgado -1981-87-, en el reinado del PRI.
En aquellos días, el poderoso funcionario perpetró los actos más corruptos a la sombra del poder, mediante la obra pública; no sólo se burló de las necesidades de los guerrerenses sino también adoptaba poses despóticas; se le consideraba una especie de cacique en Guerrero. Tenía Mucho poder.
Como responsable de la SDUOP del gobierno estatal, era el encargado de la construcción de toda la obra pública en Guerrero. Él decidía qué constructoras trabajarían para el gobierno, a quien o a quienes se les asignarían -sin licitación- los trabajos. Su poder no  tenía límites; era una especie de vice gobernador en el estado.
En aquellos días el gobernador Cervantes Delgado, se había comprometido con la ciudadanía de Chilpancingo realizar tres obras prioritarias: La planta potabilizadora, el libramiento a Tixtla y el encauzamiento del Río Huacapa. Cientos de millones de pesos se autorizaron para la realización de las tres obras.
Las tres obras se hicieron, pero fueron de pésima calidad. El libramiento a Tixtla, fue todo un fiasco, sin cunetas, con baches por todos lados, mal trazada; la planta potabilizadora (colonia Margarita Viguri) nunca funcionó porque se hizo mal planeada; y en los trabajos de encauzamiento del Huacapa, una lluvia arrastró todos los materiales y no sirvió de nada. Pérez Aguirre, afirmaban, se había embolsado cientos de millones de viejos pesos en aquellos días.
Prepotente, arrogante pero además cínico, Pérez Aguirre jamás fue responsabilizado por las obras fraudulentas que emprendió en Guerrero, incluyendo los pésimos sistemas de drenaje en los poblados de Tixtla y Ayutla, donde se invirtieron decenas de millones de pesos. Salió multimillonario e impune al término del sexenio cervantista.
Tres décadas después, Pérez Aguirre se dice miembro de la izquierda, impoluto, y para expiar sus culpas se convierte en “analista político” en un periódico de Acapulco, y se siente con autoridad moral para proferir críticas a personalidades y a los gobiernos.
¿Quién le cree a Pérez Aguirre? ¿Quién le cree a un súper corrupto ex priista? ¿De qué honestidad habla?... Pérez Aguirre, escupe al cielo y le cae estiércol en el rostro.
PRI: DECISIÓN AUTORITARIA Y CUPULAR.
La lista de precandidatos a diversos cargos de elección popular -escaños para el Senado, diputaciones federales y locales y alcaldías-, casi no provocó asombro entre la opinión pública de Guerrero y menos entre la llamada clase política.
La receta fue la misma: Imposición, autoritarismo y reparto de cuotas de poder, donde los “santones” o caciques priistas se reparten el pastel y no a todos dejan contentos. Así se las gastan en el tricolor.
Muchos políticos priistas no resultaron favorecidos en el reparto del pastel -Paco Torres, Fermín Alvarado, Ernesto González, Héctor Ocampo, Javier Morales y la trapecista Guadalupe Gómez Maganda-, entre otros.
Ahí es donde la puerca torcerá el rabo, pues varios de esos priistas, a estas alturas ya le estarán mentando la madre al PRI, y posiblemente emigren a otro partido como el PRD.
Quien sí merece ser Senador de la República, es el ex gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, por el magnífico papel que hizo durante su sexenio de 1999 al 2005. La cúpula del PRI ya lo perfila como virtual candidato a senador por Guerrero, pero además es rentable en el mercado electoral.
El PRI, también perfila a Rubén Figueroa Smutny y a Claudia Ruiz Massieu como virtuales precandidatos a senadores. El primero, hijo del defenestrado ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, quien fue derrocado del poder como consecuencia de la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas. La segunda, también hija del extinto ex mandatario estatal, José Francisco Ruiz Massieu, intelectual y politólogo visionario de la era priista.
En el PRI, quienes opinan y mandan son, en este orden: Enrique Peña Nieto, Humberto Moreira, Carlos Salinas de Gortari, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, los gobernadores tricolores los ex gobernadores de este partido y Televisa. Nadie más.
En la famosa lista de precandidatos filtrada por el CEN del PRI, destaca el nombre de Mario Moreno Arcos a quien Peña Nieto propone como virtual aspirante a la alcaldía de Chilpancingo. Mario, tiene buena imagen pública y ha sido uno de los mejores diputados federales guerrerenses.
También destaca el nombre del actual presidente municipal de la capital del estado, Héctor Astudillo Flores, quien iría en pos de una diputación local por vía plurinominal, con proyección a ser el futuro coordinador de los legisladores locales del tricolor.
A quien se le ubica como virtual precandidato a diputado federal es al alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños, pero también por vía plurinominal, Añorve sería el futuro coordinador de la bancada del PRI en la cámara (federal) baja.
Lo que si raya en el insulto y el disparate, es cuando el PRI menciona a la señora -cacique de Xochitlahuaca- Aceadeth Rocha Ramírez, como futura candidata a diputada federal por la costa chica. Se la van a poner (la curul) en charola de plata y facilita al PRD.
El CEN del PRI, dice que quiere candidatos con una trayectoria “honesta para que no afecten la campaña presidencial de Peña Nieto”. ¿A poco la señora Aceadeth Rocha Ramírez, es honesta?
Esos del PRI nacional y la espuria dirigencia estatal del tricolor, debieran mandar hacer alguna encuesta para ver quién de los políticos de la costa chica está mejor posicionado para la futura candidatura a la diputación federal.
En esa región, hay buenos prospectos priistas: Rafael Navarrete Quesada, Constantino García Cisneros, René González Justo y Consuelo Ivancovichi, entre otros… Punto.
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