LA RUEDA DE LA FORTUNA


Las combis en Atoyac, ¿mal necesario?

Las combis en Atoyac de Álvarez, son un soberano desmadre, sobretodo en la Cabecera municipal. El despapaye generado por estos vehículos considerados como Transporte Público, no lo pueden o no quieren frenarlo, nadie de lo que se llama Autoridad, corresponda al nivel que sea.
Estamos hablando de Tránsito municipal que dirige el famoso priísta? Pedro Rebolledo Flores; de los inspectores o supervisores de la Delegación de Transporte, asignados a Atoyac de Álvarez y a  los agentes de la Policía Federal Preventiva, División Caminos y Puentes Federales (Patrullas de Caminos). Como se puede ver, están involucrados en esa situación, autoridades de tránsito de los tres niveles de gobierno: El municipal, el estatal y el gobierno federal. Son tres Autoridades, pero de estas tres, no  se hace una sola. Es lamentable y desafortunado reconocer este señalamiento, que definitivamente no es un secreto para la población, que solo observa pasivamente todas las irregularidades en que incurren frecuentemente esta unidades del transporte público, que no pocas veces, sus choferes han sido protagonistas  de sucesos que han dejado mucho que desear. Las fregaderas de las combis de pasajeros que más se observan  empiezan desde el lugar que habilitaron como su Base, como su Terminal principal. En esta, que se ubica en el Centro de la ciudad, sobre la calle principal en la parte norte, abarcan el espacio de casi dos cuadras, además recurren frecuentemente a estacionarse en doble fila, y nadie les dice nada, son intocables. La presencia de más de un agente de Tránsito en la zona, no es impedimento alguno para esos combieros, a pesar de que allí, Atoyac usualmente vive un embotellamiento vehicular. Otra irregularidad  es el pésimo estado en que se encuentran estas unidades. Claro que no todas, pero si, un número de estas muy  importante. Sin embargo, sería injusto no reconocer que hay algunas en buenas condiciones automotoras y de chasís No obstante habrá que subrayar que este escenario de jodides del servicio de Transporte Público del municipio atoyaquense, se salvan de este señalamiento, las urvans que están metidas en ese negocio. En eso de las malas condiciones de las combis de pasajeros, se hacen patos los inspectores de    la Delegación de Transportes del  estado de Guerrero. Otra fregadera cotidiana, pero de los conductores de esas unidades móviles, son el no tener un mínimo respeto por los señalamientos de Tránsito municipal, principalmente en lo referente a la Paradas oficiales, pues donde sea, bajan o suben pasaje, por sobre la presencia de los tamarindos, quienes prefieren hacerse como los tíos lolos, antes que amonestar a estos amigos. Otra, el estruendoso ruido de música que traen algunas de estas combis. Otra más y tal vez de las más riesgosas, es la observancia de combis repletas a más no  poder, de estos medios de transporte. Los choferes con el ánimo de juntar y llevarle bien la cuenta exigida por el dueño de la unidad móvil,  la atiborra de gente, sin importarle que esta no tenga la puerta, que el pasaje vaya hasta agarrado de las uñas, sin importarle para nada, la seguridad de los pasajeros. Estos vehículos salen a la carretera federal para llegar a las comunidades rurales del municipio Aquí, los que se hacen los tíos lolos, son los policías de las patrullas de la Federal de Caminos, pues permiten esta fregadera. Podemos afirmar categóricamente, que en Atoyac de  Álvarez, impera lo que dicen los combieros, pero sobretodo, los patrones o propietarios de las unidades automotoras del transporte público. ¿Alguien los parará en sus desmanes? No se ve como, pues con todo, representan “una minita de oro”, ¿y  que se acabe?...HASTA PRONTO.

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