FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez

LA ENTREGA DE PREMIOS CIVILES.
La entrega de la condecoración que recibió Florencio Salazar Adame, embajador de México en Colombia -al mérito por sus servicios prestados en el extranjero-, de manos del gobernador Ángel Aguirre Rivero, fue la que motivó más aplausos y ovaciones de cientos de personas que asistieron ayer a la ceremonia que se realizó en el Auditorio José Joaquín de Herrera de Palacio de Gobierno.
Con la solemnidad que reviste tan importante acto, con motivo del 162 Aniversario de la Erección del Estado de Guerrero, el mandatario estatal hizo entrega de Condecoraciones y Premios al Mérito Civil a distinguidos guerrerenses que se han significado a lo largo de la vida en distintos campos de la ciencia y tecnología, desarrollo rural, la política, literatura y bellas artes, educación y humanidades, deportes, ecología, derechos humanos, indigenismo, asistencia social y salud, economía política, etc.
Sólo hubo dos condecoraciones, la que el gobernador Aguirre Rivero entregó al embajador mexicano en Colombia, Florencio Salazar Adame (Ignacio Manuel Altamirano) y a la doctora Elisa Vargas-Lugo Rangel (Vicente Guerrero).
A la ceremonia también asistieron el Secretario General de Gobierno, Humberto Salgado Gómez; el alcalde de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, los representantes de la Sedena y la Marina Armada, y uno del Poder Judicial y otra del Poder Legislativo.
El embajador de México en Colombia, Salazar Adame, pronunció brillante discurso alusivo al evento donde dijo que el gobernador Aguirre Rivero está obligado a cumplir a los guerrerenses por el momento histórico que le toca vivir. ¿Para qué ser gobernador, si no es para servirles a los guerrerenses y que tengan desarrollo y un mejor nivel de vida? -cuestionó-.
“El anterior gobierno estatal fue un fracaso para los guerrerenses, por eso Aguirre Rivero debe decidirse a ser el gobernador que Guerrero necesita”, insistió.
En su discurso, Aguirre Rivero, advirtió que “no haya confusiones” y repuso que su gobierno “es ajeno a las simulaciones” y convocó a los guerrerenses a suscribir un pacto social en la transición democrática que ahora le toca a él vivir por Guerrero.
Quien acaparó reflectores antes, durante y después de la ceremonia, fue la diputada federal priista Claudia Ruiz Massieu, quien ocupó butaca en primera fila, casi frente al presídium que encabezó el gobernador Aguirre Rivero.
Al término de la ceremonia, la joven legisladora federal, hija del ex gobernador José Francisco Ruiz Massieu, subió al templete para felicitar al Embajador de México en Colombia, Florencio Salazar Adame, quien también “robó” reflectores y mucha gente le solicitaba tomarse la fotografía.
“Es un honor volver a mi tierra y recibir un reconocimiento”, diría antes durante su discurso el reconocido politólogo y diplomático mexicano-guerrerense.
Como buen anfitrión, el alcalde capitalino Héctor Astudillo Flores, felicitó también a Salazar Adame, su amigo y ex jefe político. Claudia, Florencio y Héctor se tomaron la fotografía; pero más allá de eso, existe una gran identidad que une a los tres: la imborrable memoria del talentoso y extinto ex gobernador guerrerense, José Francisco Ruiz Massieu... Punto.
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