*** Mario Moreno; fuera de la nefasta receta priísta.
No les funcionó. Pero en el PRI de Guerrero se aferran a la misma fórmula. A la receta que no pudo curar el cáncer en las elecciones de enero reciente. Los acuerdos cupulares los dejaron fuera de la gubernatura, así prácticamente lo reconoció el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer. Sin embargo, siendo el ser humano, el único animal e imbécil que tropieza con la misma piedra hasta en más de dos veces, van otra vez con la misma fórmula.
Así es. La dirigencia estatal del PRI, hoy en manos del espurio Efrén Leyva Acevedo, reveló el envío de nombres de los aspirantes a las candidaturas por los espacios federales de representación que estarán en juego el año próximo. En esa lista aparecen aquellos que se confabularon para dejar fuera de la candidatura priísta para gobernador a Ángel Aguirre Rivero. En pocas palabras, los mismos que no tuvieron la calidad y capacidad para convencer al electorado guerrerense, de que el PRI, de la mano de Manuel Añorve, debería regresar a Casa Guerrero.
En las elecciones de enero, la gente les dijo que no. Que los acuerdos cupulares no son garantía para que un candidato gane. Y pese a ello, el PRI se aferra a la misma canción. Aunque con esa acción envíen el mensaje de que poco o nada les interesa la unidad al interior de su partido. No podemos olvidar, que a raíz de la decisión de imponer a Manuel Añorve como candidato, el tricolor se encuentra dividido.
La exclusión del diputado federal Mario Moreno Arcos de la lista enviada por la dirigencia estatal es una mala señal que el PRI manda a la ciudadanía, porque eso revela que no les interesa, en lo más mínimo, emprender una ruta de trabajo que genere la unidad de todos los priístas y el regreso de aquellos que apoyaron al Gobernador Ángel Aguirre Rivero.
El que se envíe una lista, en donde se incluye a dos personajes que perdieron la gubernatura, al hijo del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer y a la hija del extinto mandatario José Francisco Ruiz Massieu, de quien por cierto, no recordamos que responsabilidad tuvo durante la campaña para Gobernador de Manuel Añorve, es prácticamente un desafío a la ciudadanía, que ya los reprobó en las elecciones recientes.
La inclusión de Mario Moreno era algo que se imponía. En virtud de que el diputado federal puede aportar mucho para la construcción de la unidad en ese partido político. Además, de que en éste momento, es un aspirante natural al senado de la república. Tiene como respaldo su trayectoria política y los resultados de su trabajo. A todas las regiones donde ha ido, los priístas lo han cobijado muy bien. Es un producto de calidad y fácil de vender al electorado, pero la dirigencia del PRI en Guerrero, junto con los mismos de siempre, se aferran a cerrar el círculo, aunque esto les pueda significar un alto costo en las urnas.
Salvo René Juárez Cisneros que en su momento enfrentó el embate de la imposición, Mario Moreno Arcos es el único de los aspirantes priìstas que ha construido su carrera política respaldada básicamente por el padrinazgo de la gente. Le quisieron cerrar el paso para que fuese diputado local y alcalde de Chilpancingo, pero pudo más el respaldo popular. Se les olvida, que fue él, precisamente él, en el tiempo más crítico del PRI, quien le dio vida y oxígeno a ese partido político.
Hoy se le ve trabajando arduamente en el Congreso de la Unión con la mira puesta en que lleguen más recursos para la entidad suriana. Lo que demuestra, que el legislador federal tiene bien y mejor puesta la camiseta de Guerrero, que muchos de los que van en esa pomposa lista enviada por el espurio Efrén Leyva.
Tal vez hasta es mejor que Mario Moreno no vaya en esa lista. Al fin y al cabo, esa es la receta que no funcionó en las elecciones de enero. La que la gente rechazo tajantemente en las urnas. Esa es la cuestión.
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