LOS TRANSPORTISTAS Y SU MALA EDUCACIÓN ANTE LA SOCIEDAD

Por Yolanda Gómez Bugarín

El día a día es como un manual de supervivencia pero no solo para dummies o para principiantes, es para salir de tu casa y revisar a la derecha y a la izquierda para ver si no hay un carro extraño en la manzana al cual no estamos acostumbrados a ver, y se encuentre un grupo de encapuchados esperando llevarse a su siguiente víctima a la cual extorsionaran y pedirán rescate, todo esto solo para salir de casa, ya que salimos a de casa y nos dirigimos a nuestro automóvil o a la esquina para esperar nuestra ruta de camión, es otro sufrir,
ya que si es al carro antes de subirse estar seguros de que no nos van a robar o a la hora de salir de la cochera ver bien si alguien no pasa a alta velocidad y se estampe en nuestro carro al momento, con eso de que no hay multas por los cientos de personas que transitan escribiendo en sus celulares o hablando por su nextel y manejando sin siquiera fijarse que hay al frente de ellos, eso sin mencionar a las mujeres que van haciendo cosas multifuncionales dentro de su automóvil como es maquillarse, regañando a sus hijos si los tienen, tomando el café, peinándose, poniendo el ipod, el mp3 o cambiándole de estación sintiéndose inmortales dentro de su mundo de ruedas, tanta gente ha perecido por estos tal vez insignificantes hechos, pero cabe mencionar que no existen multas por todo esto, ni siquiera por no usar el cinturón de seguridad. Hablando de cuando llega nuestra ruta de camión, otro medio de transporte que no hay porque hacer menos, si tienen en su lista también varias muertes, accidentes, atropellos, y a los choferes su mención honorifica, la verdad siempre me he preguntado quien los contrata y bajo que características, los choferes en cuanto se sientan también sufren en su gran mayoría de una transformación, van a exceso de velocidad, rebasan ya sea por la derecha o por la izquierda como si toda la calle u avenida fuera totalmente de ellos, todavía no pones un pie en el escaló cuando ya están arrancando, quieren llevar el camión sardina lo más que se pueda y todavía como si fuera de doble piso piden “que te recorras” lo más que se pueda, pagas tu cuota y a lo que yo sé, es como un seguro mientras tú vas dentro del autobús pero no estamos seguros de la cobertura, ya que a la persona que peor trata el chofer es a su pasaje, parece que va solo, o en una pista de la fórmula uno, o el espíritu del corredor de autos Michael Shumacher en ellos para competir a toda velocidad, y hasta la fecha nadie reclama, nadie dice nada, pero el subirse a una ruta de camión no es apta para cardiacos, muchas personas intentamos usar el transporte público para apoyar a la ecología, tal vez suene trillado pero estamos intentando hacer un cambio, no es fácil pero son pasos buenos y firmes, pero si, queremos hacer varios llamados de atención por la falta ética que tienen los choferes del transporte público, si es un trabajo tedioso, pero es un trabajo como muchos otros y si no tienen opciones pues mínimo tomar este como algo que de todas formas lo tenemos que hacer, cada quien tiene el trabajo al cual en su momento no nos preparamos y es a lo poco que se aspiró por que cuando tuvieron la oportunidad de mejorar en la escuela, para no solo tener un trabajo de choferes, no la quisieron aprovechar, pero todo trabajo es honrado, solo si eres chofer, deberían de existir una serie de reglas éticas las cuales deben de seguir y cuidar a su pasaje, nadie les dice nada, ellos nunca usan el cinturón de seguridad, solo lo traen por encima del hombro, van hablando por celular, y para rematar el mejor comentario es porque el gobierno ofrece transvales para los estudiantes, personas de la tercera edad, discapacitados y menores de 5 años que pagan medio pasaje, yo soy una estudiante y tengo mi credencial de estudiante como muchos de nosotros y compramos nuestros transvales en la escuela y en aéreas establecidas, en las cuales las colas son largas pero logramos comprarlos para toda la quincena o la semana dependiendo, y cuando nos subimos al camión con nuestro transvale al camión, el chofer te cuestiona negándote el uso de este y haciéndote pasar ridículos delante del pasaje cuestionando si es o no es una credencial activa o que donde está la fecha de caducidad como le llaman ellos a la credencial y nos arrebatan la credencial de las manos lo cual no es permitido, ese no es su trabajo, porque si ya hicimos en nuestras escuelas o en los stands del gobierno permitido para comprarlos, a partir de ahí ya tenemos luz verde para usarlos en cualquier medio de transporte pues ya nos revisaron la credencial, para no seguir con los corajes de siempre opte por ya no comprar transvales y pagar completo mi pasaje, de todas formas el trato es igual, porque los choferes de las rutas son los mismos y no tienen cursos de buenos modales ni mejoramiento personal o como tratar cortésmente a su pasaje. Existen tantas quejas de los ciudadanos para mejorar, para facilitarnos el traslado pero nada va a cambiar hasta que de verdad dejemos de usarlo, cosa que tampoco pasara porque no todos cuentan con automóvil. Las ciudades crecen todos los días, la mayoría con malos planos urbanísticos porque los ven como soluciones a corto plazo y no trazan las ciudades pensando en que cada día somos más y debe de haber más opciones para los transeúntes, para los ciudadanos, como las ciclo vías que están creciendo en buena forma y ya mas y mas alumnos y personas se animan a trasladarse a sus destinos en este medio más ecológico y saludable. Pero ahora existen otros problemas, ya que están trazadas las ciclo víasy los ciclistas circulan, muchos automovilistas y camioneros ocupan esos lugares, cerrando el paso obligando a trasladarse por los carriles de alta, ocasionando accidentes fatales. Para mejorar, todos estos problemas debemos de tomar conciencia empezando por la educación en nuestra casa sin importar la clase social, dándole cursos a los choferes, a los taxistas a los cuales les quiero dedicar estas cortas líneas solo para expresar que cuando como ciudadanos utilizamos un taxi no es para que abusen de sus tarifas ni alterando sus taxímetro cosa muy común, los taxistas son los que tienden a cobrar bastante dinero y luego se van por donde más tráfico hay para hacernos llegar en el menor tiempo posible, todo esto es una gran palabra y se llama “robo”, todos los que prestan servicios tienen una gran carga en sus hombros, no solo por arrebatarle la vida a las personas, si no también robándoles su dinero, por eso muchos queremos hacernos de un automóvil lo más compacto que se pueda, para evitar tantos problemas con el transporte público, cuando pudieran tener más clientela y brindar un mejor servicio. Retomo la palabra conciencia de nuevo, mejoremos todos, no importa, sabemos que tomará tiempo pero poco a poco todo será mejor y viviremos y nos sentiremos más respetados y como seres humanos, no como animales en la selva asfáltica.

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