A VUELTA DE RUEDA

Por Amador Sánchez Maciel

Ninguno de los gobiernos federales priístas, autorizó los casinos en México, porque resultaban contraproducente para la economía de los mexicanos, ya de por sí, tan malograda y porque no tenemos la capacidad económica para hacerles frente, además de que resultan unos desplumaderos para quien los usa, capaces de dejar en ruina a cualquier familia, empresa o individuo, que en  la mayoría de los casos, con muchos años de esfuerzo y ahorro logran un provenir.
Sin embargo, con la existencia y operación de una casa de vicio como son los casinos de esa naturaleza, es indudable que hasta suicidios habría por esas causas. Todo esto, los gobiernos priístas lo tenían bien contemplado y analizado para no dar permisos en México. No resultan conveniente por ningún frente.
Pero al llegar el gobierno panista de Vicente Fox Quesada y estando como secretario de gobernación, Santiago Creel Miranda, éste promovió su autorización en México; se abrieron los casinos en México. Imagínese ahora que Santiago Creel quiere ser presidente, que no le haría a la economía de los mexicanos. Seguramente promovería más burdeles y tugurios por los lugares turísticos del país.
Ahí está el ejemplo del casino Royal que incendiaron en Monterrey, donde resultaron más de cincuenta muertos por la delincuencia organizada. Al parecer, el presidente Felipe Calderón ha tomado muy buenas medidas al respecto de la aparición de estos centros de vicio, porque desde que Creel los autorizó y les dio luz verde, ahora los palenques de gallos se aparecen por todos los municipios del país con gran naturalidad, donde juegan miles de pesos a costa del sacrificio de años de familias enteras. Hasta los vehículos le apuestan a los gallos. Y esos que perdieron todo lo que llevaban, salen con ganas hasta de matar para robar.
Por eso vemos que Creel y sus ideas de los casinos, no pueden seguir prosperando, porque entonces Ixtapa no se salvaría de esos lugares de perdición.